La compañía alemana Innolith AG ha anunciado progresos en el desarrollo de la que será una batería capaz de llevar a los coches eléctricos más allá de los 1.000 kilómetros por carga. Esta empresa especializada en materiales inorgánicos está desarrollando la que, según la propia compañía será la primera batería capaz de ofrecer una densidad energética de 1.000 Wh/kg.
Esto significa que las baterías de Innolith podrían ofrecer 1 kWh de capacidad energética por cada kilogramo de peso. Por poner un ejemplo, si tomamos la batería de 41 kWh del Renault Zoe y la convertimos a la tecnología de celdas que anuncia la empresa alemana, pasará de pesar 290 kilogramos a tan solo 41 kg, lo que supone una reducción de siete veces su masa.
Tal reducción permitiría introducir baterías mucho más capaces en los vehículos eléctricos sin el inconveniente del peso de este elemento. Tampoco lo será el coste, pues la compañía asegura que su producción será más económica debido a que no requiere el uso de "materiales exóticos y caros". En este caso, los materiales utilizados son inorgánicos, lo que además tiene la ventaja de que son inflamables y más estables que el electrolito líquido que se utiliza en la actualidad.
Baterías con mayor densidad energética pero idéntica carga
En cambio, a diferencia de las baterías de estado sólido, que son compatibles con altos niveles de potencia, las baterías inorgánicas de alta densidad no supondrán una gran ventaja a la hora de realizar recargas. Innolith reconoce que a pesar de tener una densidad muy superior, la recarga continuará siendo equivalente a los sistemas que tenemos hoy en día en el mercado, por lo que una carga completa en conexión doméstica seguirá tomando toda la noche.
La nueva batería está siendo desarrollada en la actualidad en los laboratorios de Innolith situados en Alemania. Una vez completado el desarrollo, el objetivo de Innolith es llegar a un acuerdo con fabricantes y proveedores de baterías para arrancar la producción de sus baterías de alta densidad.