Volkswagen es el mayor productor de coches de Europa y el segundo a nivel mundial. Todo lo que ocurra con ella y en ella resulta de vital importancia para la industria, y los de Wolfsburgo no pasan por su mejor momento tras el despido de Herbert Diess. La llegada de un nuevo jefe a la dirección del grupo y un nuevo presidente para la marca está provocando una cadena de cambios en el seno de la compañía. Las estrategias se están revisando y dentro de poco los planes serán anunciados. Ahora hemos sabido que Volkswagen planea un nueva estrategia eléctrica, un nuevo enfoque que tendrá como eje principal la plataforma MEB.
Durante mucho tiempo se ha puesto mucha atención y recursos en el desarrollo de la plataforma SSP. La arquitectura de nueva generación para coches eléctricos iba a convertirse en el eje principal de una gama que sorprendería al mundo por sus capacidades y rendimientos. Sin embargo, el proyecto no marcha en el orden normal y ante los más que evidentes retrasos es necesario buscar un parche que supla los próximos años de lanzamientos dentro de la marca alemana. Volkswagen seguirá apostando por la arquitectura MEB.
En realidad la plataforma ya tenía los días contados. Durante los últimos años ha servido para lanzar los primeros modelos de la gama ID, como el Volkswagen ID.3 o el Volkswagen ID.4. También ha servido para presentar otras unidades de otras marcas como el CUPRA Born, el Skoda Enyaq o el Audi Q4 e-tron. Si bien la polivalencia es una de sus principales cualidades, todo el mundo daba por hecho que sería sustituida por la plataforma SSP. Nadie niega que esto no vaya a pasar, pero está claro que no sucederá en los plazos que la cúpula de Herbert Diess había fijado.
Ante este panorama Blume y Schäfer parece que han optado por cancelar las instalaciones de producción de la plataforma SSP, como ya dijimos el otro día, y redirigir esos esfuerzos en mantener con vida la plataforma MEB. Tal y como anuncia el medio alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, la inversión destinada rondará los 1.500 millones de euros. Un gasto nada discreto pero que le dará margen de maniobra a las marcas para poder seguir lanzando coches eléctricos durante los próximos cinco años. El software y gran parte de la tecnología ya están creados, así que todo debería ser más fácil, aunque hay pegas importantes.
La plataforma MEB Evo seguiría empleando una estructura de 400 voltios con potencias de carga de hasta 200 kW, lo que supone ponerse en una situación de debilidad frente a otros poderosos rivales como Hyundai/KIA. Los alemanes tienen mucho miedo de los coreanos, y sin duda ellos han comprometido mucho la estrategia de los de Wolfsburgo. KIA y Hyundai están introduciendo modelos que poco a poco van ganando mucha fama, y aunque la plataforma e-GMP de 800 voltios ofrezca numerosas ventajas, Volkswagen tiene el reconocimiento y también los nombres.
En este punto, Blume y Schäfer son partidarios de dar continuidad a los nombres que han hecho de la marca lo que es. Hace unos días adelantamos que el Golf seguirá en el plantel de la casa, compartiendo estructura eléctrica con el ID.3, y según la filtración alemana esa misma estrategia podría utilizarse en otros modelos importantes como el Polo, el Passat y el Tiguan. Las nuevas generaciones de todos ellos se basarían en la plataforma MEB Evo, aunque lo difícil será encajar toda la familia. Pronto saldremos de dudas. La estrategia está siendo analizada estos días, y Volkswagen no tiene mucho margen de tiempo para empezar a ejecutarla.