Que los japoneses quieren cambiar el discurso que mantenían sobre movilidad eléctrica da buena muestra el Salón de la Movilidad de Tokio. La feria internacional, ahora centrada en buscar soluciones y alternativas para reducir las emisiones del transporte, ha sido el espacio idílico para un cambio de mentalidad. Tal y como reconocen altos ejecutivos de Toyota, “queremos avanzar hacia nuevas áreas de negocio”, todos ellos centrados en el campo de la electromovilidad.
El objetivo es presentar 30 modelos eléctricos totalmente nuevos antes de que acabe la presente década. Una cartera de productos que podemos ir adivinando con las últimas presentaciones realizadas en Tokio. Durante estos días hemos podido ver un deportivo, el Toyota FT-Se, un SUV de tamaño medio, el Toyota FT-3e y la esperada versión eléctrica de un icónico 4x4, el Toyota Land Cruiser Se Concept.
Baterías y red de carga para mejorar la rentabilidad de Toyota
Sin embargo, por mucho empeño que los japoneses pongan a su división bZ, saben que en un futuro las ventas serán menores a las actuales. Todos los fabricantes son conscientes de ello y encaran un futuro diferente. Venderán menos coches y eso supone dejar de ingresar mucho dinero que debe compensarse con otras actividades o negocios paralelos. Es la estrategia que Tesla lleva realizando con éxito tantos años. La compañía de Elon Musk ha seguido líneas comerciales paralelas con su infraestructura de carga o los servicios de gestión de energía doméstica. Toyota quiere centrarse en estas dos actividades.
Tal y como recoge InsideEVs, Yoichi Miyazaki, miembro de la junta directiva de Toyota y vicepresidente ejecutivo, ha declarado: “si vendemos un vehículo eléctrico con batería se requiere un sistema de carga. (...) En casa, el cliente querrá tener un sistema de carga. Por lo tanto, los cargadores serán un producto nuevo y las baterías de almacenamiento serán nuestro próximo negocio. En base a eso, queremos dar un paso hacia el sector energético". Toyota quiere ofrecer un ciclo cerrado de gestión eléctrica, desde el punto de carga hasta la batería de almacenamiento doméstico. Los primeros paquetes se presentaron hace unos meses.
Miyazaki concretó los detalles del plan en alusión a varias preguntas referentes a la posible pérdida de fuerza laboral con el detrimento del volumen de producción de los coches eléctricos. El directivo dejó bien claro que el mismo personal que ahora se encarga de ensamblar los coches de la marca, también pueden centrarse en otras áreas o funciones dentro de la compañía. Los comentarios de Miyazaki fueron corroborados más tarde por Hiroki Nakajima, director de Tecnología de Toyota. Sin embargo, ninguno de los dos ha aportado detalles o datos concretos de cómo va a implementar esta nueva estrategia la compañía. Tampoco ha aportado plazos.
En cuanto a la parte de infraestructura de carga, los japoneses tiene mucho más camino por recorrer. Recientemente han firmado un acuerdo con su máximo rival, Tesla, para adoptar el sistema NACS en el territorio americano. Tras la firma con Toyota, los de Austin pueden decir libremente que han hecho de su puerto de carga el estándar para Norteamérica. Los japoneses han dejado bien claro que la adopción del punto de carga no será efectiva para todos los modelos eléctricos de la casa, sino para aquellos que se fabriquen en suelo americano. El resto tendrán que usar un adaptador.