La hora del cambio ha llegado. En muchas ciudades del mundo se están dando esta serie de factores en los que el propio ejecutivo local -o incluso nacional- da la orden de que toda la flota de automóviles que por su territorio circule, pase a ser completamente eléctrico, dando así una sustitución efectiva a los coches de mecánica térmica en pos de una disminución en los niveles de polución. En Madrid hemos visto como se están integrando muchos autobuses y equipo de vehículos públicos 100% eléctricos. Ahora Nueva York se une a esta clara tendencia invirtiendo un total de 420 millones de dólares para la transición hacia los vehículos eléctricos en la Gran Manzana.
La ciudad de Nueva York es uno de los escenarios más frenéticos del planeta. Por sus abarrotadas calles se mueven a diario cientos de miles de vehículos de toda índole, aunque especialmente los movidos por gasolina o diésel. Más de 30.000 de este total son pertenecientes a vehículos oficiales del propio estado o consistorio, para lo que es Estado de Nueva York quiere poner punto y final comenzando el cambio desde el mismo inicio de 2022, es decir, esta medida será vigente desde prácticamente el mismo día que se ha dado a conocer.
Esta decisión se culminará en el año 2023 cuando todos y cada uno de los vehículos públicos sean eléctricos. Durante todo el 2022, que será el principio de este cambio, se espera que sean retirados un total de 1250 vehículos de combustible fósil de las calles de la ciudad, un pequeño porcentaje del total pero tan solo significará el principio.
Como respaldo de esta medida, para muchos algo drástica, se instalarán un total de 1.776 puestos de carga rápida en todo los distritos de la ciudad de Nueva York para el año 2030. Aunque esta sea una fecha que se sienta aún lejana, lo cierto es que el inicio de estas operaciones ya ha dado comienzo y actualmente hay instalados un total de 100 cargadores rápidos, de los cuales, 11 tienen disponibilidad absoluta para la recarga pública. Esta centena de puestos se suman a la ya generosa cantidad que posee la propia ciudad con empresas privadas dedicadas a tal efecto.
El planteamiento de la ejecutiva que ha llevado a cabo esta iniciativa es, además de llevar realizar la instalación de los mencionados puestos de recarga fijos, también adquirirá una serie de puestos de recarga móviles, los cuales se ubicarán en lugares específicos en momentos puntuales, como eventos o para emergencias. Estos no necesitarán estar conectados a la red eléctrica de la ciudad ya que su generador de energía hace su trabajo mediante una pila de combustible de hidrógeno o vía paneles solares.
Esta transición hacia los vehículos públicos eléctricos tendrá como fin el año 2035 cuando toda la flota de camiones de bomberos, ambulancias u otros vehículos de emergencia efectúen también este cambio, aunque desde la ejecutiva son claros en este sentido, ya que no llevarán a cabo el cambio hacia vehículos eléctricos si no existe una serie de alternativas competentes y adecuadas para tal efecto.