La empresa NantEnergy, dedicada a la elaboración de proyectos de almacenamiento en red alimentados por energía solar, ha anunciado que ha logrado evolucionar la tecnología de sus baterías de zinc-aire, resolviendo los problemas durante la recarga y, por lo tanto, haciendo viables sus costes de fabricación.
La tecnología de baterías basadas en zinc-aire surge como una de las más prometedoras para el futuro. Este tipo de baterías, junto con las de litio con electrolito sólido, constituyen la evolución más probable en el campo de las baterías para vehículos eléctricos. Estas últimas cuentan con un campo de investigación más amplio, puesto que puede utilizar parte de la tecnología actual, y podrían ser comercializadas antes de 2025. Sin embargo, las baterías de aire-zinc se encontraban relegadas debido sobre todo a la dificultad para su recarga, de forma que hasta ahora solo se habían logrado baterías primarias, es decir de un solo uso.
Sin embargo NantEnergy ha logrado un avance importante en esta tecnología y asegura que sus últimas baterías de zinc-aire pueden recargarse miles de veces de forma eficiente y fiable. Además, en este momento, su precio podría estar ya por debajo de la barrera de los 100 dólares por kWh, establecido como el límite en el que un coche eléctrico es competitivo, en precio de adquisición, con uno de combustión.
Las baterías de zinc-aire son una variedad de las baterías de metal aire que aprovechan la oxidación del zinc a partir de oxígeno del aire. En el cátodo el oxígeno del aire oxida el zinc generando electrones que viajan hasta el ánodo produciendo una corriente eléctrica.
Baterías de zinc-aire de NantEnergy.
Hasta ahora las baterías de zinc-aire no son funcionales si el aire ambiente está sucio o contaminado. NantEnergy elimina este problema con su tecnología, Air Breathing Rechargeable Storage, que almacena el aire y permite que el zinc retenga su carga durante un período de tiempo prolongado, pudiendo repetir los ciclos de carga-descarga miles de veces.
Este tipo de baterías tiene una alta densidad de energía y son relativamente baratas de producir, una vez resuelto el problema de la recarga. También tienen el potencial de ser mucho más livianas, y por lo tanto más económicas que las baterías convencionales, porque tan solo necesitan un polo, ya que el otro es el aire. En cuanto a la materia prima NantEnergy actualmente obtiene su zinc de Indonesia. Si bien este recurso es también limitado, la extracción es mucho menos peligrosa que la del litio.
El propietario de Nant Energy es Soon-Shiong, un empresario experto en biotecnología, propietario de Los Angeles Times y copropietario de Los Angeles Lakers. NantEnergy tiene la intención de comenzar la ampliación de la producción en 2019, según informa New York Times. Prevé un mercado de 50 mil millones de dólares en baterías aplicadas a la movilidad eléctrica, teniendo en cuenta todas las tipologías de vehículos que pueden beneficiarse de ellas: coches, autobuses, trenes y scooters.
Un informe de finales del año pasado de Bloomberg New Energy Finance, a partir de una encuesta realizada a más de 50 empresas, concluye que el costo promedio de una batería para un coche eléctrico promedio, ya empaquetada, es actualmente de 209 $/kwh. Este mismo año, Elon Musk, CEO de Tesla, ha llegado a anunciar que logrará que el coste de sus celdas, sin empaquetar, alcance los 100 $/kWh en este mismo año. La evolución a la baja del precio de las baterías ha sido estimada por la organización UCS (Union of Concerned Scientists) en dos casos reales. Según sus estudios, la batería del Tesla Model 3 cuesta hoy en día 190 $/kWh, mientras que, en 2017, la del Chevrolet Bolt, se estimó en 205 $/kWh.