Reducir los tiempos de carga se ha convertido en una obsesión para la industria del automóvil. Hay varios enfoques para atajar el problema: aumentar la potencia de carga, tecnologías aplicadas a las baterías y el intercambio de estas. La última opción es la única que logra equiparar la espera a la de un coche de combustión, aunque no está exenta de problemas. NIO es la compañía que más apuesta por el intercambio de baterías, como bien demuestra la tercera generación de sus estaciones de cambio. Las primeras pronto estarán operativas.
Hace ya unos meses, con motivo de la celebración del NIO Day 2022 el pasado 22 de diciembre, se presentaron oficialmente las nuevas estaciones de sustitución. Con unos datos preliminares excelentes, los chinos prometieron algo que ahora tienen que demostrar. La evolución ha sido considerable, tanto en tiempos de espera como en capacidades de almacenamiento. Tal y como ha anunciado la propia compañía a través de su aplicación, la primera de las estaciones estará operativa a partir del próximo 28 de marzo, en China.
La primera generación podía disponer de un total de 5 baterías almacenadas para realizar los cambios. La segunda edición incrementó la cifra a 13 y esta última evolución permite almacenar hasta 21 paquetes de baterías. Con tiempos de intercambio de apenas 5 minutos, NIO asegura que sus nuevas estaciones serán capaces de realizar más de 400 operaciones en un sólo día, un aumento del 30% con respecto a las versiones anteriores. Esa es mucha energía convertida y muchas baterías cambiadas. Si multiplicamos por la escala de trabajo, NIO quiere que al final de este 2023 haya instaladas un total de 1.000 estaciones en todo el mundo, incluyendo Europa.
Los registros demuestran que el formato exportado por los chinos es tan factible como real. En Europa comenzaron el desembarco hace ya más de un año y en ese tiempo se han realizado más de 10.000 operaciones. Apenas un puñado de estaciones están presentes en países como Noruega, Alemania o Países Bajos. En un gran esfuerzo, NIO quiere registrar un total de 120 instalaciones de intercambio de baterías en Europa al cierre de este año. Obviamente la mayoría de ellas corresponderán a estaciones de segunda generación, aunque no se ha descartado por completo la instalación de una de las últimas versiones.
De forma paralela, NIO sabe que tampoco puede perder de vista los sistemas de carga más convencionales. A finales del año pasado se presentaron los nuevos puntos de carga ultrarrápida de la compañía. Con 500 kW de potencia y una corriente máxima de 650 amperios, los chinos anunciaron a bombo y platillo que sus extraordinarios puntos de carga permitirán recargas completas en apenas 12 minutos. Los denominados Power Charge pronto empezarán a desplegarse en China, aunque queda por ver cómo afecta semejante rendimiento a la durabilidad de la batería.