Un coche eléctrico fabricado por Tesla con un precio de alrededor de 25.000 €; es una de las noticias que el mercado espera desde hace tiempo. El Tesla Model 3 de 35.000 dólares, anunciado hace mucho por Elon Musk, y que estaba lejos de este objetivo, nunca se hizo realidad. Sin embargo, los rumores sobre una nueva plataforma específica y el desarrollo en China de su primer modelo eléctrico han generado unas expectativas que últimamente han provocado varios rumores. El último, una mula de pruebas camuflada con los rasgos de un Tesla en la parte frontal hacen concebir la esperanza de que el Tesla asequible está cerca de ser una realidad.
Todo ha comenzado con las imágenes de un vídeo mostrado antes del evento de inauguración de la nueva sede de ingeniería de Tesla en Palo Alto, California, en las que se ve un boceto de la misteriosa mula de prueba que ya ha sido mostrada en otras ocasiones. De los ocho coches que se muestran, solo uno parece un Tesla de producción. El resto son crossovers inéditos de los que no es fácil adivinar cuales son trabajos reales y cuales restos de trabajos anteriores.
¿Si es un Tesla, por qué parece un Mazda CX-30?
Precisamente, esos bocetos se parecen mucho a la mula de pruebas que ha sido fotografiada en China y que indican que Tesla está desarrollando allí un coche eléctrico compacto que se situará como su modelo de entrada. Sin embargo, el aspecto de la carrocería de este prototipo de pruebas suscita algunas dudas. Si bien recuerda los rasgos de diseño de un Tesla en las luces delanteras, los pilotos traseros y en las ruedas y las pinzas de freno, el resto de su carrocería es claramente parte de la de un Mazda CX-30, huecos de las salidas de escape incluidos.
Aunque el CEO de la compañía, Elon Musk, dejó en claro el año pasado que Tesla no está priorizando en sus trabajos este vehículo eléctrico asequible, más tarde corroboró que sí lo estaba desarrollando, añadiendo, además, que costaría la mitad de lo que cuesta un Model 3. "Será más pequeño, para ser claros".
El hecho de que el vehículo fotografiado esté cubierto con un camuflaje de piel de cebra ratifica la idea de que se trata de un prototipo, pero no explica el uso de la carrocería de un Mazda. Es muy posible que el tamaño del coche japonés sea similar al del próximo Tesla, lo que le permitiría al fabricante estadounidense hacerse una idea del aspecto del vehículo en la realidad.
También existe la posibilidad de que la plataforma del CX-30 permita implementar con cierta sencillez todo el hardware requerido para un prototipo de pruebas, con lo que el fabricante se ahorraría los costes de desarrollo de una mula de pruebas propia. El CX-30 ya se vende como vehículo eléctrico en China, aunque Mazda tuvo que modificar el exterior para albergar las baterías. Quizás esta sea la única manera de mantener bajos los costes de desarrollo y poder venderlo por 25.000 dólares.
Por otro lado, esta no es la manera habitual que emplea Tesla para probar sus coches. Normalmente nunca utiliza un camuflaje como este, aunque esta es la primera vez que el desarrollo se realiza en China, por lo que cabría esperar nuevas metodologías de trabajo.
La fecha de llegada al mercado de este nuevo Tesla es tan misteriosa como este prototipo de pruebas. Es un vehículo muy esperado por el mercado, sobre todo en Europa, y muchos compradores podrían estar retrasando la adquisición de un vehículo eléctrico esperando su llegada. Por otro lado, todo el este tiempo dará un margen a sus competidores a lanzar vehículos que puedan acaparar un mercado en el que la demanda va a ser muy importante mientras que la oferta es todavía muy escasa.
