BMW presenta la renovación del modelo más icónico entre su gama de turismos, el BMW Serie 3. Se trata de una renovación de media vida con la que la marca pretende que esta generación de su berlina del segmento D afronte la última parte de su ciclo comercial de manera más solvente con una vuelta de tuerca en el apartado estético y una actualización tecnológica interior importante. Todo ello, además, con cuatro versiones híbridas enchufables para la carrocería berlina y cuatro para la familiar Touring.
Uno de los principales aspectos acerca de la renovación del Serie 3, es que a pesar de que muestra claros lazos en común con los iX, i7, X7 y demás modelos presentas por la marca en estos últimos compases, BMW no ha seguido la misma senda estética en su frontal.
La prueba está en su frontal, pues los dos riñones que conforman su parrilla siguen luciendo un tamaño y proporciones que se pueden considera clásicos dentro de la firma alemana, con los contornos y las nuevas lamas dobles aportándole más presencia.
BMW dice que los faros, con tecnología full-LED de serie, son ahora mucho más finos, con contornos claros y luces de conducción diurna dispuestas en forma de 'L' invertida para crear un aspecto "armonioso y moderno". Las tomas de aire en negro brillante situadas debajo de la parrilla de riñón refrigeran el sistema de frenos y acaban de redondear la estética.
En la zona trasera, por su parte, BMW comenta haber logrado un diseño más limpio al dar más protagonismo gracias a más superficies pintadas en el color de la carrocería, con los faros y la protuberancia de los pasos de rueda, que abultan el paragolpes trasero, aportando anchura al conjunto. También han aumentado el tamaño de las salidas de escapes de 90 a 100 milímetros para dar más empaque.
Sin embargo, una de las principales novedades en el nuevo Serie 3 es que ahora equipa el mismo tipo de pantalla interior que hemos visto en el nuevo BMW Serie 7 e i7, además de en el BMW ix. Se trata de una pantalla que la marca ha bautizado como BMW Curved Display, y que está compuesta en realidad por dos pantallas, una situada tras el volante que ejerce la función de cuadro de mandos de 12,3 pulgadas de diámetros, y una segunda de 14,9 pulgadas que es la que preside el interior y toma relevancia en lo relativo a infoentretenimiento.
Con ella, BMW quiere implantar de manera progresiva la digitalización en su berlina media, reduciendo considerablemente el número de botones y mandos físicos en favor del control táctil y por voz, algo que no siempre es positivo. Con la incursión de la nueva BMW Curved Display, el Serie 3 gana la última versión del sistema operativo de la marca, el BMW iDrive de octava generación. Más allá de lo puramente tecnológico, esta nueva pantalla otorga un diseño mucho más limpio y diáfano al interior del Serie 3.
Aún está por confirmarse el precio del renovado Serie 3 para el mercado español, así como la oferta mecánica de sus variantes híbridas enchufables.