El objetivo de Europa es descarbonizar el transporte por carretera a partir del año 2035. Para entonces, dejarán de venderse, salvo contadas excepciones, coches térmicos en favor de vehículos 100% eléctricos. Aunque todavía queda más de una década para esa fecha, varios fabricantes se han propuesto reducir los plazos, Ford entre ellos. Los americanos tienen en Europa su propio laboratorio de pruebas. La electrificación de la gama será total al cierre de la presente década y eso supone alterar toda la gama al completo. El Ford Puma será uno de los modelos más destacados y hoy sabemos un poco más sobre él.
La información proviene de Alemania, del medio Autobild. Hay que tener en cuenta que Ford cuenta con una fuerte presencia en el país por su fábrica de Colonia. Una planta que ganará eso con la llegada de los eléctricos. En ella aspira a pr, oducir modelos tan importantes como el Puma. También les ata un gran acuerdo comercial con Volkswagen para el suministro de tecnología, plataformas y baterías. Un acuerdo que podría no estar dando los frutos deseados dado el importante retraso que ha sufrido el lanzamiento del Ford Explorer, el primer modelo surgido de ese matrimonio.
La segunda unidad en ver la luz será el Ford Puma, que llegará el año que viene, tal y como confirma el rotativo alemán, aunque no especifica fecha concreta. Será el modelo eléctrico más barato de la casa hasta que en Estados Unidos decidan si resucitar o no al ya desaparecido Ford Fiesta. Sin embargo, a diferencia del Explorer, el nuevo Puma eléctrico no se basará en la plataforma EV de Volkswagen, la conocida arquitectura MEB. Los americanos han apostado por optimizar la plataforma actual del Puma, denominada Global B, para ofrecer un modelo multimotor.
Eso quiere decir que el nuevo Puma no abrazará completamente la electricidad, pero sí que ofrecerá una versión totalmente impulsada por baterías. La intención de Ford es luchar contra otros modelos de la categoría como el Peugeot e-2008 o el Opel Mokka-e. Dada la categoría de sus contrincantes, los americanos tendrán que ofrecer una apuesta similar o superior. Eso quiere decir que el objetivo de autonomía es alcanzar la frontera de los 400 kilómetros en ciclo WLTP con una batería de aproximadamente 50 kWh de capacidad neta y sistemas de carga de alto rendimiento.
El otro gran reto del proyecto se centra en el precio. Ford sabe que si quiere ser competitivo debe ofrecer un producto atractivo y de precio razonable. El precio objetivo es de 36.000 €, antes de ayudas y promociones. De cumplirse, se situaría como el modelo más barato de toda la categoría por apenas un par de miles de euros. Por el momento, sabemos que el desarrollo sigue en marcha, aunque pocos datos, más allá de los ahora conocidos, se han filtrado al público. Se espera que Ford alimente la espera con detalles y teaser que deberían empezar a lanzarse a principios del año que viene.