La próxima generación del Nissan Qashqai podría llegar en 2020 equipada con dos sistemas propulsores híbridos muy distintos entre ellos: por un lado, un sistema eléctrico ePower con un pequeño motor térmico que hace las de generador, mientras que por el otro se presume la llegada de una versión híbrida enchufable con tecnología heredada directamente del Mitsubishi Outlander PHEV. Así lo asegura la revista británica Autoexpress, que acaba de publicar una entrevista con el vicepresidente de planificación de producto en Nissan, Ponz Pandikuthira.
Pandikhutira ha reconocido que no habrá una versión 100% eléctrica del Qashqai, principalmente debido a que los costes de desarrollar un nuevo modelo completamente distinto a lo que ya tienen en el mercado son prohibitivos. En cambio, Nissan sigue teniendo en sus planes el lanzamiento de un SUV eléctrico, el cual será un modelo "único", inspirado en el IMX y sin versiones con motor térmico, de la misma forma que sucede con el Nissan Leaf y el Renault Zoe dentro de la Alianza. Llegados a este punto, la Alianza será clave, pues mediante una misma plataforma pretenden lanzar modelos eléctricos a batería en los segmentos B, C y D, de forma que se conseguiría una gama completa de vehículos eléctricos que compartirán las marcas Renault, Nissan y Mitsubishi.
En cambio, los planes para la nueva generación del Nissan Qashqai son bien distintos. La marca japonesa pretende utilizar la plataforma CMF (Common Module Family) de la Alianza, que es perfectamente compatible con la tecnología híbrida. "La nueva plataforma es la mejor forma de acomodar tecnologías de electrificación" , dijo Pandikuthira. "Probablemente no incluya la electrificación completa, porque requiere comenzar desde cero y la inversión requerida para eso sería considerablemente mayor", añadió.
Con una más que probable caída de los motores diésel de la gama, la oferta del nuevo Qashqai híbrido se compondría, a partir de 2020, de un modelo ePower que traería a Europa una tecnología de propulsión eléctrica que está teniendo gran éxito en Japón, y una versión híbrida enchufable que, de la mano de Mitsubishi, permitiría reducir las emisiones medias por debajo de los 50 g/km y ofrecería cerca de 50 kilómetros de autonomía completamente eléctrica (45 km en el Outlander). Aun así y pese a los evidentes beneficios que conlleva, para Pandikuthira la tecnología híbrida no es más que "un puente para los próximos dos o cuatro años, hasta que los costes de las baterías caigan lo suficiente para que los coches eléctricos prevalezcan".