En octubre del año pasado, Renault anunciaba una variante eléctrica del Mégane que se basaría en el concepto eVision, una nueva generación del veterano modelo francés esta vez con un aspecto mucho más parecido a la línea SUV. Con el desarrollo ya muy avanzado, ahora las primeras unidades camufladas de este coche eléctrico están siendo sometidas a las pruebas de invierno en Suecia.
Antes de ser lanzados al mercado, todos los coches, eléctricos o no, deben ser sometidos a pruebas en temperaturas extremas, tanto las más frías, como las más cálidas. En el caso de los eléctricos, estas pruebas son más importantes, sobre todo porque el rendimiento de las baterías se ve muy afectado por las circunstancias climatológicas. El futuro Mégane eléctrico no es una excepción y por eso, hace unos días, una mula de pruebas completamente camuflada ha sido capturada en las carreteras del norte de Suecia realizando pruebas en condiciones de frío extremo.
El Renault Mégane eléctrico será el primer modelo de Renault basado en la plataforma CMF-EV desarrollada para la Alianza de Renault, Nissan y Mitsubishi. Las imágenes capturadas muestran que la versión de producción toma algunas de las soluciones de diseño del eVision, sobre todo en su carácter SUV. El veterano compacto francés, que ya tiene a sus espaldas cuatro generaciones, cambiará radicalmente en la quinta abandonando su aspecto en favor de la tipología de vehículo que más demanda por el mercado.
Rasgos estéticos como una batalla alargada que permite reducir los voladizos y hacer su interior más espacioso, el techo alargado con poca caída hasta llegar a un portón trasero muy vertical o los grupos ópticos con una firma lumínica muy característica se mantienen respecto al prototipo del que deriva. En este caso el camuflaje cumple su función ocultando los detalles de los pliegues y las aristas de los paños de la carrocería. El nuevo Mégane eléctrico tendrá unos 4,2 metros de longitud, es decir, será 15 centímetros más corto que el Mégane actual. Sin embargo, el espacio interior crecerá, según De Meo, nuevo CEO de Renault, ya que los componentes del tren motriz eléctrico son muy compactos y se sitúan alejados del habitáculo.
Con el camuflaje se hace difícil adivinar las líneas de este futuro e-Mégane, cuyas proporciones parecen bastante cercanas a las observadas en el concepto eVision.
La arquitectura de esta plataforma agrupa todos los componentes mecánicos en la parte delantera del coche, mientras que la parte baja la ocupa una batería que formará parte de la estructura del chasis. Esta distribución permite esquemas de tracción delantera y total, añadiendo un segundo propulsor en el eje trasero. Por ahora solo se han desvelado las características de la versión con tracción en el eje delantero, que estará impulsada por un motor eléctrico capaz de desarrollar 161 kW de potencia (218 CV) y 300 Nm de par. La energía provendrá de una batería cuyo grosor será una de sus principales innovaciones y que se ofrecerá, probablemente, en diferentes opciones de capacidad: 40, 60 y 87 kWh. La intermedia debería ser capaz de proporcionarle aproximadamente 450 kilómetros de autonomía y tendrá una potencia de carga de 130 kW permitiéndole recuperar 200 kilómetros por cada media hora que permanezca conectado.
Será ensamblado en la fábrica de Douai, en el departamento francés de Nord, donde comenzará a producirse a finales de 2021.