El Tesla Model Y llegará, finalmente, en 2020. Así lo anunció el mismo Elon Musk durante una conferencia telefónica con inversores el pasado mes de mayo. "El lanzamiento del Model Y está a 24 meses vista", dijo. Su presentación formal, según las primeras informaciones, apunta mayo del año que viene. El cuarto modelo de Tesla no será un modelo más, ya que se podría convertir en el más importante de la marca por potencial de mercado. Además, la agencia Reuters aseguró en abril que Musk ya aceptaba proyectos de proveedores de cara a iniciar la producción del crossover compacto a finales de 2019.
Tesla ha estado sufriendo varios retrasos en la producción del Model 3, un vehículo del cual dependen económicamente porque se ha convertido en su primer modelo vendido a gran escala. Si la producción no consigue alcanzar un volumen de, al menos, 5.000 unidades por semana, la empresa seguirá siendo incapaz de presentar beneficios, aún habiendo despedido al 9% de su plantilla. Sin embargo, cuando llegue el Model Y, Tesla dará el salto al segmento más importante y activo del mercado, el de los SUV, y lo hará con un vehículo con un precio moderado (rondará los 45.000 dólares, 38.784 euros). Según los analistas, el segmento de los SUV eléctricos, además, verá disparada su demanda con la llegada del Model Y y otros modelos, como el Audi e-tron o el Porsche Cross Turismo. Si bien es cierto que la empresa ya cuenta con un todocamino, el Model X, su precio evita que entre en la pugna con los vehículos más accesibles.
Basado en el Model 3
Entre problemas de producción y demás asuntos, Tesla está desarrollando su primer SUV asequible, que estará basado en la plataforma de acero y aluminio del Model 3. Aun así, tendrá particularidades que lo harán un coche totalmente diferente. En primer lugar, Musk habló de la nueva tecnología 'Flex Circuit', que permitirá reducir notablemente el cableado del Model Y en comparación con el resto de vehículos de la marca. Según los primeros datos, mientras que el Tesla Model 3 tiene cerca de 1,5 kilómetros de cableado, el nuevo Model Y podría reducirlo hasta solo 100 metros, aunque hasta la presentación oficial no se tendrán datos concretos.
Para evitar algunos de los problemas que han costado a Tesla varios retrasos en la producción del Model 3, el proceso fabricación del Model Y será distinto al de la berlina. De este modo, Musk intentará reducir los procesos automatizados tras admitir que la excesiva automatización en la producción del Model 3 había sido contraproducente, aunque la tecnología 'Flex Circuit' permitirá automatizar algunas partes muy complejas. En cualquier caso, Tesla se volverá a enfrentar a otro gran reto con el Model Y, un vehículo que será importantísimo para el objetivo final de la marca: "acelerar la transición hacia una movilidad sostenible y renovable".
Pocos detalles
Pocos detalles se tienen aún del próximo SUV de Tesla, aunque, según el medio británico Autocar, podría producirse íntegramente en China. Sin embargo, para ello la marca tendrá que construir su tan ansiada planta en el Gigante Asiático, aunque aún no ha convencido al gobierno. Aun así, la suavización de las restricciones para marcas extranjeras en China parece dar esperanzas a la marca. Según Reuters, la propuesta de la marca sería empezar a producirlo en 2019 y pasar su producción al país asiático dos años después. Habrá que esperar a la presentación oficial para conocer más detalles.
No en vano, China es el mercado más importante del mundo para eléctricos y más de la mitad de los eléctricos e híbridos enchufables del mundo se venden ahí, por lo que es un objetivo muy importante para cualquier marca que produzca este tipo de vehículos. Sin embargo, Tesla vende, actualmente, vehículos con un 25% de impuestos de importación. El objetivo de la marca abriendo una fábrica allí es, precisamente, evitar estos impuestos.
Llegará en medio de una guerra
Sea cuando sea que llegue el Model Y, e independientemente de donde se produzca, el crossover asequible de Tesla llegará en medio de una guerra para conseguir ser el referente de un segmento que, en apenas dos años, se cargará de oferta, por lo que tendrá una gran cantidad de rivales. Por poner ejemplos, Porsche lanzará el Cross Turismo, BMW el iX3, que producirá en China, y Mercedes-Benz el EQC, aunque habrá muchos más.