Aquellos que posean un vehículo eléctrico reconocerán que la recarga es un proceso que, sin dejar de ser sencillo, puede convertirse en un engorro. Y no solo por el correcto funcionamiento del punto de carga. Si todo funciona bien, siempre será complejo el manejo de los cables, que en muchas ocasiones pueden estar sucios y ser incómodos de manipular, más aun con las frías temperaturas del invierno.
Esta tecnología viene a eliminar este y muchos otros pequeños inconvenientes. La carga inductiva de vehículos eléctricos prescinde de la necesidad de manipular cables o localizar estaciones de carga con el conector adecuado. Si bien se trata de un sistema todavía poco habitual, el fabricante alemán de componentes MAHLE ha dado un paso fundamental para que empiece a ser más masivo. Su sistema de posicionamiento, que facilita que un vehículo eléctrico se alinee de manera simple, fiable y precisa sobre la bobina de carga colocada en el suelo, ha sido elegido por SAE International, la sociedad encargada de estandarizar procesos y sistemas, para convertirse en el estándar mundial.
¿Por qué es necesario el sistema de estandarización?
La carga inalámbrica requiere que todos los elementos vinculados con la infraestructura y el vehículo estén sujetos a estandarización. Solo de esta manera, tanto los fabricantes de vehículos como los proveedores de infraestructuras podrán ofrecer al mercado una solución que garantice plena compatibilidad, sin importar el fabricante. MAHLE tiene la intención de hacer que su sistema de carga inalámbrica sea accesible para toda la industria mediante un modelo de licencia bajo condiciones FRAND (justas, razonables y no discriminatorias).
La entidad internacional sin fines de lucro y con sede en los Estados Unidos, cierra, con esta decisión, la última brecha en la estandarización de la carga inductiva, que ha estado sin cubrir durante una década.
La solución de MAHLE que ya es compatible con la de varios fabricantes, facilita el camino para el lanzamiento completo y rápido al mercado de esta alternativa a la carga cableada. "La elección de SAE a nuestro favor confirma la experiencia de MAHLE en sistemas de electrificación. Esto supondrá un sólido impulso para la movilidad eléctrica", ha afirmado Arnd Franz, presidente del Consejo de Administración y CEO de MAHLE.
MAHLE ha depositado su confianza en la carga inalámbrica, ya que se presenta como una alternativa cómoda y prometedora para los vehículos eléctricos. "Siemens y Witricity son dos colaboradores sólidos a nuestro lado, con quienes estamos impulsando de manera conjunta el sistema completo de infraestructura de carga e ingeniería automotriz", añade el Harald Straky, director corporativo de Investigación e Ingeniería Avanzada de MAHLE.
¿Cómo funciona el DIPS de MAHLE?
El DIPS (Sistema de Posicionamiento Inductivo Diferencial) de MAHLE marca un cambio significativo en la movilidad eléctrica. Su funcionamiento se basa en el establecimiento automático de una conexión entre el punto de carga y el vehículo según este se va a acercando a él. A través de un sistema de navegación específico, mostrado en la pantalla del vehículo, se asiste al conductor, permitiendo que el automóvil se posicione de forma rápida y precisa en la ubicación correcta.
Una vez situado, la fase de carga se inicia de manera automática. Este sistema es igualmente efectivo si se trata de un vehículo con un sistema de estacionamiento autónomo, ya que es capaz de comunicarse con él para sincronizar la maniobra. Gracias al sistema de posicionamiento de MAHLE, el proceso de estacionamiento puede llevarse a cabo de manera muy sencilla. Funciona incluso con las condiciones medioambientales más desfavorables y con elementos como agua, nieve u hojas sucias sobre el pavimento.
La carga inalámbrica tiene potencial para cambiar la industria
La versatilidad del sistema posibilitará su aplicación móvil en el futuro gracias a la colaboración entre MAHLE y Electreon Wireless. Es, por lo tanto, un punto de partida para la carga inalámbrica dinámica, que es el paso siguiente que debe recorrer esta tecnología inalámbrica.
La carga dinámica tiene un gran potencial para cambiar totalmente la movilidad eléctrica, tal y como se entiende hoy en día. Una infraestructura de carga inalámbrica proporciona un flujo constante de energía a los vehículos eléctricos que la recorren, lo que elimina la necesidad de transportar una batería de gran capacidad. Así, disminuye el peso del vehículo y la necesidad de materiales, lo que los hace más sostenibles y económicos.
En este escenario, con baterías más pequeñas, los vehículos eléctricos serían más baratos de adquirir, lo que popularizaría su uso. Por otro lado, también reduce la presión sobre la infraestructura de recarga convencional, puesto que las necesidades de parar en ellas se reducen y los tiempos de espera son menores.