Ferrari y Tesla no podrían ser más diferentes la una de la otra. Mientras que una cumple este año dos décadas de vida, la otra está consolidada como uno de los fabricantes más exclusivos del mundo. Muchos sueñan con tener un Cavallino Rampante en el garaje, pero eso no quita para que se reconozca el mérito de la empresa de Elon Musk. En una entrevista a Bloomberg, el CEO de Ferrari, Benedetto Vigna, ha demostrado que el pensar diferente no significa ser rivales. Los de Maranello tienen su propia estrategia eléctrica y eso en gran medida se debe a los de Austin.
Hace ya 20 años, cuando se fundó Tesla, el coche eléctrico era una mera ilusión. Una fantasía de ciencia ficción a la que nadie (excepto sus creadores) le prestó la más mínima ilusión. Hoy es la mayor fuerza de una industria que ha asumido el cambio en un tiempo récord. En los más de 100 años de historia del automovilismo no se había visto nada semejante. Los coches han evolucionado y lo han hecho en un tiempo récord. En la última década la tecnología aplicada a la movilidad ha supuesto todo un punto de inflexión. Los coches ya no son simples máquinas. Su tecnología es mil veces superior a la de las misiones Apolo que llevaron al hombre a la luna.
Benedetto reconoce que gran parte del mérito se debe a la llegada de Tesla. El CEO de Ferrari reconoce la gran contribución de la marca a la industria: “Fue una llamada de atención. Las cosas solían suceder demasiado despacio. Tesla sacudió la industria y aceleró procesos y decisiones. Eran más rápidos y ágiles”. Los fabricantes más grandes tratan de copiar el sistema Tesla, como Volkswagen. Los de Austin no solo fabrican los coches eléctricos más eficientes del mundo, también los fabrican más rápido que nadie. A pesar de las buenas palabras, el máximo responsable de Maranello considera que los eléctricos de Tesla son meros coches funcionales para llevarte de un punto A a un punto B.
Es ahí donde las filosofías no pueden ser más dispares. Ferrari no sólo vende coches, vende estatus y sobre todo una experiencia. Los italianos buscan emocionar con cada coche y es imposible no fijarse en ellos cuando te los cruzas por la calle. Benedetto ha reconocido que el primer Ferrari 100% eléctrico se lanzará al mercado en 2025, lo que quiere decir que lo veremos a lo largo del segundo semestre del curso que viene. Por ahora el proyecto está envuelto en un halo de misterio, pero una cosa está clara; no será un eléctrico más.
La emoción de conducir, según Ferrari, es una combinación de varios factores: aceleración longitudinal, aceleración lateral, cambio de marchas, frenado y sonido. Salvo lo último los coches eléctricos presentan el mismo comportamiento y parece que los italianos tienen algo en mente para solucionar el problema del rugido. Hace unas semanas se filtró un borrador de la oficina de patentes en el que se descubría un sistema para replicar el sonido de un escape en un eléctrico. Un complejo sistema de recepción de resonancias repartido por todo el coche promete solucionar el problema.
Por supuesto, Ferrari no considera a Tesla como un rival porque los dos tienen mercados y clientes muy diferentes. A pesar de que el Tesla Model S Plaid ofrezca más potencia que cualquier máquina de Maranello, el enfoque es diametralmente diferente. La mayor amenaza para Ferrari es la propia Ferrari. Hacer bien las cosas y encarar el futuro son las principales medidas en las que trabaja Vigna. El CEO reconoce que está prestando especial atención a la sostenibilidad y declara que para 2030 su objetivo es convertirse en una compañía de emisiones neutras.