Para cualquiera que haya intentado cruzar Europa a bordo de un coche eléctrico habrá resultado evidente que de un país a otro la infraestructura de recarga en carretera es completamente diferente. Esta situación se refleja en el informe publicado por la Asociación de Fabricantes Europeos de Automóviles (ACEA) en el que se revela cuales son los Estados que mejor y que peor están trabajando en este sentido. España no sale precisamente muy bien parado.
La conclusión resumida del informe de la ACEA es que en Europa no hay suficientes estaciones de recarga en carretera para los vehículos eléctricos que se tienen vender en los próximos años. Un resultado que hace sonar las alarmas y que ya ponía de manifiesto en su informe sobre la transición a la movilidad de cero emisiones de 2021 (2021 Progress Report – Making the transition to zero-emission mobility), del que se extraen los datos de este nuevo informe.
Entrando en detalle, el informe ha recabado la información necesaria para calcular el ratio de puntos de recarga públicas existentes por cada 100 kilómetros de carretera incluyendo autopistas, carreteras estatales, provinciales y comunales. También es importante poner en contexto esta cifra con la cuota de mercado de coches recargables de cada país (eléctricos e híbridos enchufables).
La asociación que reúne a la mayoría de los fabricantes de automóviles del Viejo Continente destaca las enormes disparidades que existen entre los diferentes países miembros de la Unión Europea. Si Países Bajos lidera esta clasificación con 47,5 terminales por cada 100 km de carretera, Grecia y Lituania se encuentran en la cola con tan solo 0,2 terminales por cada 100 km. Polonia, Chipre, Letonia, Rumanía, Hungría, Estonia, Bulgaria y Chequia completan el top de los países en los que es un verdadero infierno recargar un coche eléctrico cuando se circula por carretera.
Estado de la infraestructura de recarga en carretera en los países de la Unión Europea ordenada por el número de cargadores por cada 100 km.
En la parte alta, además de los Países Bajos, que sobresale por encima del resto, Luxemburgo, Alemania, Portugal y Austria completan las cinco primeras posiciones de la tabla, aunque ya entre ellas se observa una enorme diferencia (de 47,5 puntos de recarga en Países Bajos a 6,1 en Austria).
España, necesita mejorar
España no sale precisamente bien parado en la clasificación de la ACEA. El resultado es que tan solo se disponen de 1,1 terminales de carga por cada 100 kilómetros de carretera, lo que sitúa a nuestro país en el puesto 16, superando por muy poco una cuota de puntos de recarga que podría considerarse mínima: un cargador por cada 100 kilómetros. Este resultado nos acerca mucho a la parte baja de la tabla y al top 10 de los peores países de la lista.
La inversión debe provenir de las autoridades y de los fabricantes
Como parte de su paquete climático Fit for 55, publicado en julio, la Comisión Europea propuso que para 2030 las emisiones de CO2 de los automóviles nuevos deberían reducirse en un 55 % respecto a los niveles de 2021, frente al objetivo del 37,5 % para 2030 establecido hace solo tres años. Los fabricantes de automóviles europeos tendrán que llevar al mercado millones de eléctricos durante los próximos años para cumplir con este nuevo objetivo.
IONITY es hoy por hoy la única red de recarga de coches eléctricos cuyos miembros son los fabricantes.
Ante este escenario, la ACEA lamenta que 27 Estados miembros de la UE ni siquiera alcancen un mínimo de un cargador por cada 100 kilómetros de carretera. "Si los ciudadanos de Grecia, Lituania, Polonia o Rumanía tienen que recorrer 200 kilómetros o más para encontrar un cargador, no podemos esperar que estén listos para comprar un coche eléctrico", advierte Eric-Mark. Huitema, director general de la asociación.
ACEA pide al Parlamento Europeo y al Consejo que aprovechen esta oportunidad para crear las condiciones adecuadas para la movilidad eléctrica durante las próximas negociaciones sobre Fit for 55. Una petición que también debería dirigirse a los miembros de la asociación, para que los fabricantes también impulsen el desarrollo de la infraestructura de recarga en carretera. Si bien algunos de ellos ya pertenecen al consorcio IONITY, hoy por hoy la única red de recarga europea formada por fabricantes de coches eléctricos, muchos de ellos todavía no se han adherido.