Los dos panoramas para el coche eléctrico que nos podemos encontrar en 2030

La industria automotriz evoluciona hacia el coche híbrido y eléctrico, pero la forma en que lo haga dependerá de varios factores a tener en cuenta.

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19/07/2018 16:26
Actualizado a 07/08/2018 15:27

La industria del automóvil se encuentra en plena transición tecnológica motivada, por un lado, por las nuevas normativas de emisiones, que serán especialmente exigentes en Europa a partir de 2021, y por el otro, por un consumidor cada vez más concienciado con el medio ambiente que está modificando rápidamente sus hábitos e intereses. Con el fin de arrojar un poco de luz a un futuro que se antoja incierto, PA Consulting ha publicado un informe en el que, además de revelar cómo afectará la llegada del ciclo WLTP a la industria, nos pone en la tesitura de dos posibles panoramas para el coche eléctrico y alternativo de cara al año 2030.

Según la agencia consultora, la electrificación del automóvil y los combustibles alternativos puede tomar dos caminos distintos en Europa. Ello depende principalmente de tres factores: la velocidad con que se despliegue de la infraestructura de recarga, la evolución del coste de los combustibles fósiles y el nivel tecnológico que ofrezcan los automóviles eléctricos, tanto a nivel de autonomía como de velocidad de carga.

En el mejor de los casos, PA Consulting estima que para el año 2030 en Europa se venderán un 73% de vehículos con sistemas de propulsión alternativos, incluyendo coches eléctricos a batería (38%), híbridos autorrecargables (20%) e híbridos enchufables (15%). Este contexto sería posible siempre y cuando la red de recarga europea se desarrollase a velocidad óptima, superando las 100.000 estaciones con capacidad para ofrecer tiempos de recarga por debajo de los 20 minutos. En este hipotético año 2030, los coches eléctricos ofrecerían autonomías reales de entre 600 y 800 kilómetros, garantizando a los usuarios la posibilidad de realizar viajes más largos, mientras que los precios de los combustibles fósiles habrían seguido subiendo rápidamente, convirtiendo el coche eléctrico en la mejor opción y la electrificación mediante motores híbridos en necesaria. Tal paradigma dejaría los motores diésel en un minoritario 11%, con los motores a gasolina conformándose con apenas el 16% del mercado.

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En cambio, para PA Consulting existe un futuro paralelo en el que la electrificación del automóvil en Europa evolucionaría "a medio gas", nunca mejor dicho. En el caso de que los precios de los combustibles se mantengan relativamente estables, las autonomías de los coches eléctricos se queden por debajo de los 500 kilómetros por carga, la red de puntos de recarga no supere las 80.000 estaciones en todo el continente y se mantenga los tiempos de carga cercanos a la hora, el panorama del coche eléctrico en el mismo año 2030 sería muy distinto. En esta situación, los vehículos electrificados se "conformarían" con el 59% de la cuota de mercado, dejando el 16% al diésel y el 25% restante a los motores a gasolina. Dentro de ese 59%, el coche eléctrico alimentado por baterías seguiría liderando el mercado, con una cuota del 29%, mientras que los híbridos se quedarían con el 17% y los híbridos enchufables con el 13%.

Si se puede sacar del informe alguna conclusión sin lugar a error, esa es que la velocidad con la que evolucione la tecnología y la infraestructura del coche eléctrico marcarán la intensidad con la que irrumpa la electrificación en el mercado. Sea como sea, lo que deja claro la consultora es que la transición hacia el automóvil eléctrico está en marcha y no cabe duda de cuál terminará siendo la primera opción del consumidor en los años venideros.

Sobre la firma
Jorge J. Castells