Nissan tenía muchas esperanzas puestas con el lanzamiento del Ariya. Todavía las tiene, pero el lanzamiento de su nuevo SUV eléctrico está plagado de problemas. Los japoneses se están viendo obligados a paralizar las reservas en el mercado americano ante la imposibilidad de cumplir con los plazos de entrega para todos los clientes. Un nuevo problema que hará que el Nissan Ariya no alcance el éxito tan rápido como se esperaba. Se estima que para el 2023 la producción mejore.
En estos momentos la industria del automóvil está viviendo una etapa muy difícil. Los fabricantes se enfrentan a complejos problemas en las cadenas de suministros. La competitividad y la dificultad de producción obliga a los fabricantes a reducir el volumen de producción de forma severa. Aunque el mal afecta a todas las marcas, Nissan se enfrenta a él en pleno lanzamiento de uno de sus modelos más importantes de cara a los próximos años, y ahí el gran problema.
El Nissan Ariya se presentó como la nueva revolución eléctrica de los japoneses. Nissan está considerada como la primera marca en lanzar un eléctrico comercial y de gran volumen. El Nissan LEAF ha sido durante años el eléctrico más vendido del mundo, y gracias a él se puede decir que muchos conductores han dado el paso a la movilidad eléctrica. Sin embargo, la aparición de nuevos rivales y la lentitud de los japoneses en mejorar su producto han provocado que el LEAF apenas cuente con representación.
Ese problema debería resolverse con el Ariya, pero desde un primer momento el lanzamiento comercial se ha visto envuelto en diferentes problemas. Antes incluso de ser presentado el SUV eléctrico tuvo que posponer su fecha de lanzamiento por los problemas de la pandemia de COVID-19 y la posterior falta de semiconductores a finales de 2020 y principios de 2021. Ahora, cuando todo parecía coger un mejor ritmo, la producción se ve salpicada por la falta de nuevos componentes.
Ante la imprevisibilidad de la producción, Nissan ha decidido paralizar en Estados Unidos las reservas del Ariya. Conviene recordar que el continente americano es uno de los mercados más importantes para los japoneses. Ya no es posible reservar el Ariya, y no se sabe cuándo volverán a estar abiertos los libros de pedidos. El último apunte de Nissan es que se habían recibido más de 6.800 solicitudes en Japón, habiendo realizado la entrega de más de 1.500 unidades.
Los japoneses han tomado tan drástica decisión para evitar que los clientes tengan que esperar largos meses para disponer de sus Ariya. El director de operaciones de Nissan, Ashwani Gupta, ha declarado que es mejor limitar los pedidos a un volumen que realmente se pueda asumir, que mantener los libros abiertos y obligar a potenciales clientes a esperar mucho tiempo, con el daño a la imagen de marca que eso supone. Nissan espera que el próximo año haya más suerte con la producción y el suministro de componentes, aunque el cuello de botella actual tardará en solventarse.