Los vehículos diésel no podrán acceder a la Metrópolis de París a partir de 2020. La medida, anunciada por el Ayuntamiento de la capital parisina a través de las redes sociales, afecta a más de siete millones de personas y comprende una superficie de más de 800 kilómetros cuadrados. Aunque el veto no afecta a la totalidad de los coches, motocicletas, furgonetas y camiones que usen el combustible diésel, sí tiene efecto sobre aquellos matriculados antes del 31 de diciembre de 2000.
En total serán 79 los municipios sobre los que no podrán circular los vehículos. Para asegurar que se cumple la prohibición, el Consistorio parisino usará las etiquetas Crit'Air, que determinan el año de matriculación y los niveles de contaminación. Así, quedan vetados los vehículos que porten la viñeta con el número "5" al igual que los que carezcan de este tipo de identificación llegando incluso a imponer multas que por el momento no se han detallado.
El objetivo del Gobierno municipal es convertir progresivamente París en una ciudad que apueste por servicios de movilidad sostenible compartida y que sus conciudadanos abandonen las alternativas de transporte contaminantes. El modelo parisino podrían seguirlo otras de las principales ciudades francesas, como Lyon, Niza o Marsella.