Quedan menos de 20 días para que, el próximo 1 de enero, entren en vigor en la UE las sanciones económicas a los grupos y fabricantes automovilísticos cuya gama de automóviles supere, de media, las emisiones de 93,6 gr de CO2/km.
Una media que los fabricantes deben lograr no sólo mejorando las emisiones de sus vehículos térmicos sino, sobre todo, aumentando la venta de vehículos eléctricos, que no emiten CO2 y, por lo tanto, ayudan a descender esta media.
Hasta 15.000 millones de euros en sanciones por no rebajar la media de emisiones de CO2
Pero cuando apenas faltan menos de tres semanas para la entrada en vigor de estas sanciones, el panorama entre los fabricantes europeos es más que preocupante. Y grandes grupos como el Grupo Volkswagen o fabricantes tan importantes como Ford, Renault, Mercedes o BMW podrían no cumplir esta media de emisiones. Algo que les acarrearía importantes sanciones.
No en vano, hay que recordar que, aquellos fabricantes que no cumplan con esta limitación tendrán que abonar una multa de 95 euros por cada gramo de CO2 que supere dicho límite, una cantidad que deberá ser multiplicada por el número de coches vendidos.
Y según varias predicciones, entre ellas la de ACEA, la patronal de fabricantes europeos; se calcula que en conjunto, los fabricantes europeos podrían tener que hacer frente a nada menos que a 15.000 millones de euros en forma de multas.
Frente a esas posibles sanciones, varios países y organizaciones se han mostrado proclives a la anulación de las multas o, al menos, al retraso de las sanciones. El primero fue el Gobierno de Alemania, y pocos días después le siguió ACEA, la patronal de fabricantes europeos -cuyo presidente, el CEO de Renault Luca De Meo pidió “flexibilidad” a la UE-. Más tarde, otros siete países de la UE se sumaron a esta petición.
Uno de los motivos más recurrentes para solicitar este retraso es que, para cumplir con la exigencia de emisiones de cara a 2025, los fabricantes europeos deberían vender una cuota de coches eléctricos de entre el 20 y el 22% pero, en lo que va de 2024, la media ronda el 14%.
El Partido Popular Europeo, en defensa de la actual industria europea del automóvil
El último actor en sumarse a las demandas de retrasar las sanciones por exceso de emisiones de CO2 ha sido el Partido Popular Europeo, el grupo mayoritario en el Parlamento Europeo desde las últimas elecciones, celebradas en 2019.
Según el borrador de un documento de este grupo al que ha tenido acceso la agencia de noticias Reuters, el Partido Popular Europeo estaría realizando presiones ante la UE para “retrasar los límites previstos para el próximo año hasta 2027” o, al menos, “suavizar la fórmula en la que se contabilizan las emisiones medias” de las gamas de los distintos fabricantes europeos; de cara a que estos tuvieran más tiempo para adaptar sus gamas a la movilidad eléctrica y, con ella, a menores emisiones de CO2.
El Partido Popular Europeo, a favor de relajar la prohibición de los coches térmicos en la UE para 2035
Junto a la demanda en relación a las sanciones por emisiones de CO2, el borrador del documento del Partido Popular Europeo al que habría tenido acceso Reuters señalaría, según esta agencia, un próximo aumento de la presión política de este grupo en Europa de cara a que se revise la prohibición aprobada por la UE de que, a partir de 2035, no se puedan vender en su territorio vehículos con motores de combustión.
Así, el Partido Popular Europeo buscaría ampliar la excepción a esta norma, que permitirá la venta de coches nuevos con motor a combustión siempre que estos vehículos consuman combustibles sintéticos. Siempre según Reuters, el Partido Popular Europeo querría incluir dentro de esta excepción a aquellos coches con motores de combustión que “funcionen con biocombustibles y otros combustibles alternativos”.
Por último, el Partido Popular Europeo también buscaría, a través de una pronta revisión de esta normativa, que la citada Ley permitiera la comercialización, como vehículos nuevos y a partir de 2035, de los coches híbridos enchufables, que alternan el uso de un motor de combustión pero también de una batería eléctrica.