La conducción autónoma avanza, en menor o mayor medida, en todos los fabricantes y su desarrollo se va puliendo poco a poco en búsqueda del sistema perfecto. Esta tecnología no será ajena a Rivian; el fabricante de coches eléctricos prepara ya sus primeros dos modelos, el R1S (un SUV eléctrico) y la pick-up R1T (que podrá girar como si fuese un carro de combate), y con ellos un sistema de conducción autónoma que incorporará un sistema de monitoreo del conductor para conocer en todo momento sus constantes vitales y su nivel de consciencia.
Descrito en una patente registrada hace apenas unos días, el objetivo de este sistema es saber en todo momento el estado del conductor y si este podría, llegado el momento, retomar el control del vehículo y en qué circunstancias. La patente describe un sistema en el que la actividad del conductor se reconoce a través de dispositivos inalámbricos sincronizados, bien conectados a través de un teléfono inteligente o bien con el propio vehículo directamente. Si se necesita la plena consciencia del conductor y el sistema determina que no está disponible, el vehículo tomará las medidas oportunas para garantizar que la seguridad no se ve comprometida.
La patente, registrada bajo el nombre "Monitoreo de la consciencia del conductor para vehículos autónomos", describe el funcionamiento del sistema de la siguiente manera: primero se conecta un dispositivo inalámbrico, por ejemplo un teléfono móvil. Tras conectarse, el coche leerá la actividad del conductor y procesará la información para diagnosticar el nivel de consciencia del susodicho, y determinar si cumple un mínimo.
Patente del sistema de monitoreo de la consciencia para vehículos autónomos de Rivian.
Para llevar a cabo los pasos mencionados, Rivian propone emparejar dispositivos electrónicos que van desde teléfonos inteligentes o tabletas hasta dispositivos médicos electrónicos. De esta manera, si el conductor presenta signos de fatiga o sueño (menor frecuencia cardiaca, menor pulso, etc.) o está, por ejemplo, viendo una película, el vehículo sabrá que el conductor no está listo para retomar el control del vehículo y responder adecuadamente si fuese necesario, optimizando la respuesta del sistema de conducción autónoma. Además, también se plantea en la patente establecer una serie de indicaciones en la pantalla táctil que requieren una respuesta, y en caso de no haberla, el vehículo reduciría su velocidad y se detendría. Si el sistema llegase a detectar una situación de emergencia a través de los dispositivos médicos conectados (monitores de glucosa, de oxígeno en sangre o alcoholímetros, entre otros), el coche llamará automáticamente a emergencias.
Rivian ha desarrollado este sistema como respuesta al problema que presentan los sistemas de conducción autónoma ante una eventual necesidad de que intervenga un humano. La SAE establece que incluso en los niveles más altos de conducción autónoma (los niveles del 3 al 5), el conductor debe estar listo para retomar el control del vehículo o responder bajo ciertas circunstancias. Rivian busca con este sistema detectar si el conductor está lo suficiente preparado en este sentido. Ahora sólo queda esperar la llegada de los primeros coches de Rivian, que llegarán a finales del próximo año, y ver cómo el fabricante gestiona la posible oposición a la sincronización de dispositivos médicos por motivos de privacidad personal.
