Volkswagen anunció hace meses su intención de instalar en España su nueva factoría de producción de baterías para coches eléctricos. En una primera instancia, la intención de los directivos alemanes era que esta fuese ubicada en Martorell, junto al cuartel general de SEAT y las dependencias propiedad del Grupo VAG. Más tarde también se barajó la posibilidad de que finalmente acabase sobre suelo navarro, junto a la factoría de Landaben, en Pamplona. Pero una vez el Gobierno de España hizo público su PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) estas ubicaciones a día de hoy tambalean su posibilidad de acoger esta nueva factoría.
Las propias condiciones que refleja el PERTE del Vehículo Eléctrico y Conectado (VEC) donde se incide sobre la capacidad de convertir a España en el Hub Europeo de la electrimovilidad, impiden a Volkswagen el llevar a cabo la instalación en las mencionadas ubicaciones estipuladas inicialmente. El Plan del Gobierno de España pasa por invertir un total de 24.000 millones de euros en un periodo de dos años (2021 - 2023) de los cuales 4.300 millones provendrán del sector público y los 19.700 millones restantes harán lo propio desde el sector privado. Pero, ¿por qué exactamente impide a Volkswagen llevar a cabo su propósito?
En Volkswagen contemplan captar una importante inyección económica para esta futura factoría, la cual asciende hasta los 900 millones de euros provenientes del sector público y 3.500 millones del privado. Pero como consecuencia a esta suculenta inyección económica, el PERTE aprobado por Bruselas contempla que para llevar a cabo esta importante obra, su ubicación deberá situarse en alguna de las regiones afectadas por la pérdida de empleo o en la que el nivel de vida sea "anormalmente" bajo, con esto, la llamada "España vaciada" podría contar en los próximos años con uno de los proyectos más ambiciosos de los últimos años sobre la movilidad eléctrica. Este plan excluiría regiones tales como Madrid, Cataluña, País Vasco o Navarra, pero también ciudades como Zaragoza y Valencia.
Como consecuencia a estas condiciones, Extremadura ganaría bastantes enteros para ser la escogida para instalar la famosa fábrica de baterías del Grupo Volkswagen. En materia de alianzas para llevar a cabo este gran proyecto, además de SEAT y la propia Volkswagen, también se han unido otras empresas del Ibex 35 como Iberdrola, CaixaBank o Telefónica, pero también otras empresas pertenecientes al sector del automóvil como Gestamp, Grupo Antolin o Ficosa.
No obstante, si todo esto no fuera suficiente, en los últimos días hemos conocido las novedades respecto a las cifras de venta de vehículos eléctricos y electrificados en España, la cual no es del todo alentadora para el Grupo Volkswagen, y es que estas no están avanzando al ritmo previsto, lo que hace tambalear algunos acuerdos establecidos para con nuestro país. Desde el Grupo Volkswagen insistieron en que si el Gobierno quería que España se posicionase como el gran Hub europeo de la electromovilidad, el primer paso para ello debería ser vender coches eléctricos.
En España los coches enchufables no alcanzan la cuota establecida por Volkswagen, quedándose finalmente en un 7,8% en todo 2021, una cifra notablemente inferior al mínimo exigido por los alemanes (10%). Además de esto, tampoco se han instalado los 28.000 puntos de carga prometidos y condicionantes para iniciar el acuerdo. Wayne Griffiths, presidente de SEAT, ha expresado en numerosas ocasiones durante los últimos meses que España se está quedando a la cola de Europa en materia de electrificación, algo que no debería estar sucediendo.
Nuestro país actualmente está a la cola de Europa, solo por delante de Grecia, y muy lejos de los primeros puestos. La media total de la Comunidad Económica en cuanto a venta de coches eléctricos se sitúa en el 10%, mientras que Noruega encabeza la lista con un 80% del total. Si prescindimos del recuento de coches híbridos enchufables, España apenas llega al 5%. Griffiths insistió en que para poder producir los 500.000 eléctricos en Martorell la cuota de mercado debe ascender hasta el 10% en los próximos meses, de lo contrario, Volkswagen podría no contemplar a España como un importante exponente de la industria automovilística eléctrica. El segundo requisito por parte de la empresa, además de llegar al mencionado porcentaje de ventas, era llevar a cabo la instalación de los 28.000 puntos de carga ya mencionados, de los cuales según ANFAC, únicamente se encuentran instalados un total de 12.000. "Ambos puntos son un requisito indispensable".
Como podemos ver, a día de hoy, el desarrollo de la electromovilidad en España se encuentra en la cuerda floja. "El Plan MOVES III debería evolucionar hacia un espectro de ayudas estatales únicamente hacia el coche eléctrico como método de incentivación a su adquisición, dejando de lado el resto de vehículos que porte un motor térmico", según afirma el directivo de SEAT. La pelota está en el tejado del Grupo Volkswagen quien, a pesar de tener cerrado ya múltiples convenios con empresas de todo tipo, podría retirar su interés en la materia de no cumplirse los dos requisitos mínimos establecidos por la firma.