A día de hoy, Volvo es uno de los fabricantes que más rápido está apostando por electrificar por completo su gama. Tanto que apuntan que para 2025 la mitad de sus ventas se corresponderán con coches eléctricos. La gestión de recursos y las transparencias son dos de las claves tras la rápida transición de Volvo hacia una movilidad libre de emisiones, y su CEO, Hakan Samuelsson ha hablado acerca de ello.
Recientemente, y como prueba de la transparencia con la que Volvo está abordando el salto al coche eléctrico, la firma sueca publicó un informe en el que desvelaban cuánto contamina un SUV eléctrico en comparación a su equivalente de gasolina al final de su vida útil, teniendo en cuenta tanto sus costes de fabricación como el propio uso del vehículo, con una interesante conclusión.
Ahora, el CEO de la firma vuelva a hablar acerca de cómo están afrontando estas primeras etapas de sus coches eléctricos en el mercado, y sorprenden ver que a pesar de la falta de semiconductores Volvo está manteniendo su ritmo de ventas, y ello lo podría llevar a lograr los objetivos que tienen marcados para este mismo año. Esto significa que, ignorando el ejercicio de 2020 con la pandemia obligando a cerrar gran parte de sus concesiones durante el año, tienen a tiro superar los 705,452 coches que fabricaron en 2019.
Ha sido, más precisamente, en una entrevista con el habitual medio Automotive News Europe donde el CEO de Volvo se ha parado a dar más detalles acerca de cómo la firma prevé que pasarán estos próximos años, desvelando de paso para cuándo creen que les costará lo mismo fabricar un coche eléctrico que un híbrido ligero.
En la conversación, Samuelsson dijo que pretende extraer los mismos márgenes de beneficios de un coche corriente que de sus coches eléctricos para los próximos años. Se trata de uno objetivo a cumplir, tal vez, demasiado pronto, pues éstos requieren de más inversión inicial.
Hakan Samuelsson en la COP26 celebrada recientemente.
Automotive News Europe quiso ahondar un más en la materia, preguntando a Samuelsson cómo pretende hacerlo, a lo que respondió el directivo sueco: "Necesitamos compensar ese coste desarrollando automóviles de manera más asequible, lo que incluye el uso de arquitecturas comunes dentro del Grupo Geely y también simplificando el coche. Esto sucederá porque con los vehículos eléctricos ya no necesitaremos cosas como tanques de combustible y motores."
Seguía comentando: "El objetivo es que a mediados de la década el coste de producir un coche eléctrico iguale el coste de fabricar un híbrido ligero ahora, pero eso no nos aporta ninguna mejora en la rentabilidad. Por eso es crucial encontrar una forma más eficiente de distribuir y vender automóviles. Esa es un área en la que realmente podemos ser mejores. Esto incluirá precios transparentes y consistentes para evitar la competencia interna y los descuentos. También queremos una oferta de productos más simple, que nos permitirá administrar mejor nuestro stock y reducir los costos de capital. Todo eso debería mejorar la rentabilidad."
En referencia a esto último, Volvo ya ha comenzado a simplificar las gamas de sus coches, pues tal y como hemos visto con el Volvo C40 Recharge, tan sólo existe la posibilidad de optar por una línea de equipamiento, mientras que los equipamientos opcionales se reducen a colores y llantas.
Es especialmente interesante también que, además de especificar que para aproximadamente 2025 les costará lo mismo fabricar un eléctrico que un híbrido ligero, Samuelsson apunte a que necesitan fabricar coches de manera más simple, pues esta es una de las claves por las que Tesla se está asentando de manera tan rápida en todos los mercados del mundo.
Otro fabricante que sabe acerca de esta clave es el Grupo Volkswagen, y por ello mismo con el Volkswagen Trynity quieren implementar una nueva manera de producir coches, pues para dar caza a Tesla no les queda otra que reinterpretar producción.