Son muchos los informes que apuntan a un más que visible estancamiento en las ventas de coches eléctricos. Esto no quiere decir que las cifras sean malas o que sus matriculaciones hayan bajado. Todo lo contrario. Más bien hace referencia a que los objetivos estimados en la curva de ventas no se están dando al ritmo que se esperaba hace unos años.
Esto se puede ver claramente en un nuevo informe publicado por BloomberNEF al que han titulado como ‘La perspectiva de vehículos eléctricos a largo plazo’. En él se pueden ver ciertos datos de forma concreta y sacar conclusiones al respecto.
Especialmente, este informe hace mención a la futura bajada de precios en el coste de producción de las baterías, lo que generará una disminución en el propio precio del coche. Esto hará que las ventas de los mismos comiencen nuevamente a crecer de la forma esperada. No obstante, para ello aún habrá que esperar un tiempo, aunque todos los mecanismos ya están en marcha.
Las ventas de coches térmicos han alcanzado su punto álgido
El llamado ‘estancamiento’ en las ventas de coches eléctricos se debe al gran auge que estos tuvieron en el plazo de entre el año 2020 y 2023. En estos años, el promedio de adopción de estos se situó en el 61%. Desde el presente 2024 hasta 2027 se prevé que estos firmen un 21%. No obstante, desde dicho año comenzarán nuevamente a despuntar.
Concretamente, para Europa, los datos abalan que en 2027 se venderán alrededor de 30 millones de coches. Para dicho año, el Viejo Continente contará con una cuota del 41% en eléctricos, mientras que China, a la cabeza del mundo, será del 60%. Por otro lado, el mismo estudio avanza que en 2030 estas cifras alcanzarán los 73 millones de ventas dentro de la Unión Europea.
Estas cifras de ventas y matriculaciones, como es de esperar, será en detrimento de unos vehículos térmicos en caída libre. Los informes apuntan a que fue en 2017 cuando los modelos con motores de combustión alcanzaron su punto álgido. Para el 2027, estos supondrán apenas una cuota del 29%, mientras que los híbridos gozarán hasta de un 45%, dependiendo del mercado concreto al que se mire.
La evolución a futuro del parque móvil eléctrico
Como bien es conocido, el sector de la movilidad eléctrica es uno de los principales acreedores para la reducción de emisiones. Uno de los casos concretos será el auge de los camiones eléctricos para 2030. En dicho año, buena parte del transporte pesado por carretera será neto en emisiones de carbono, el cual igualará en porcentaje de ventas a los movidos por diésel.
Con ello, la Unión Europea, y buena parte del resto del mundo, esperan que para el 2050 la totalidad de su transporte por carretera sea neto en emisiones, aunque las previsiones podrían no ser del todo positivas en esto. El informe puntualiza que el crecimiento en los próximos años será notable, pero no suficiente. En 2035 habrá 476 millones de coches eléctricos circulando; en 2040 esta cifra ascenderá hasta los 722 millones (el 45% de la flota móvil mundial). Para 2050 el total será de 1.100 millones de vehículos, lo que supone el 70% del total.
Los métodos para incentivar las compras de estos vehículos ya están en marcha, con nuevas baterías LFP más baratas y con mejores especificaciones. También será clave en ello el avance en materia de instalaciones de recarga. Para esto último estiman que en los próximos 10 años se necesitará una inversión de entre 1.600 y 2.500 millones de dólares para la instalación y mantenimiento de los puntos de carga en cada región.