El Peugeot Inception Concept abre un nuevo capítulo en la historia de la marca. Sobre este se asientan los pilares fundamentales en cuanto a diseño y avances tecnológicos de la próxima generación de sus vehículos eléctricos.
Exteriormente, el Peugeot Inception Concept presenta un aspecto muy agresivo. Sus líneas generales son muy afiladas y musculosas. En el frontal se sitúa una nueva parrilla decorativa con unos grupos ópticos en forma de tres líneas verticales. Estos emulan a los faros que ya se conocen a día de hoy y que, según la compañía, representan las garras de un león. Además, sobre la mencionada calandra, también se ubica el recién estrenado emblema de la marca.
Por otro lado, el mismo capó tiene una canalización de aire muy marcada. La luna frontal continúa su trazado y se hunde en el propio frontal. De este mencionado hueco nacen también sus retrovisores exteriores, los cuales renuncian a los tradicionales espejos y acogen una serie de cámaras. En el mismo perfil se sitúan unas llantas de 20 pulgadas Aerorim, específicamente diseñadas para ser más aerodinámicas. También un pequeño panel horizontal retroiluminado en el que se pueden ver detalles específicos, como el avance en la recarga, y al que han bautizado como "Tech Bar". El pilar C, por su parte, es muy característico. Posee una inclinación muy exagerada y culmina en una moldura con el nombre de la compañía.
En la trasera continúan sus trazos agresivos y muy lineales, con unos faros marcados nuevamente por tres líneas verticales de gran tamaño y el nombre de la marca escrito e iluminado coronando el centro del conjunto.
En términos generales, Peugeot ha mostrado una berlina eléctrica del todo futurista. El modelo conceptual cuenta con una gran superficie acristalada de 7,25 metros cuadrados y ausencia total de pilares o marcos centrales. Sus cotas generales tampoco son especialmente cortas, ya que posee una longitud de 5 metros y una altura de 1,34 metros.
No obstante, a pesar de lo futurista de su diseño exterior, el interior es donde Peugeot ha reservado la mayor parte del vanguardismo y los avances tecnológicos más destacados, empezado por el rediseño de su conocido i-Cockpit. Para la ocasión, este ha sido renombrado como "Hypersquare". El volante, al igual que el actual, continúa teniendo un tamaño muy pequeño, pero elimina su redondez para tomar un diseño rectangular y algunos botones táctiles en su interior.
Peugeot dice adiós al salpicadero con una pantalla horizontal que cruza todo el ancho del interior y que únicamente se ve interrumpida por un panel circular situado detrás del volante. A través de este, el conductor recibirá todos los datos referentes a la conducción, haciendo las veces de instrumentación digital avanzada. Finalmente, la marca propone unos asientos específicos e inmersivos que se amoldan a todo tipo de fisonomías, garantizando así la comodidad y la seguridad de los pasajeros.
El prototipo ofrece una mecánica totalmente eléctrica, cimentada por la plataforma STLA Large de Stellantis. Equipada con una arquitectura de 800 voltios y una batería de 100 kWh de capacidad, alcanza una autonomía de hasta 800 kilómetros. Además del gran tamaño de su batería, este rango viene respaldado por dos motores eléctricos ultraeficientes con los que el consumo energético será de apenas 12,5 kWh por cada 100 kilómetros. La potencia combinada de ambos será de 680 CV transmitidos a las cuatro ruedas.
Finalmente, el modelo cuenta con la posibilidad de recarga mediante inducción. A través de esto podrá cargar el equivalente a 30 kilómetros de autonomía tras un minuto o 150 kilómetros después de cinco minutos. Por el momento, se desconoce qué modelo será el primero en incorporar estas soluciones. Peugeot apunta a que formarán parte de su gama antes del año 2030.