Hay cosas en la vida, materiales o no, que desearíamos tener y no podemos. Muy a nuestro pesar, el Polestar 2 Artic Circle es una de ellas. La firma sueca ha decidido hacer una de esas locuras con las que a veces nos sorprenden los fabricantes, un Polestar 2 con espíritu de rallye y cuyo nombre ya nos da una pista sobre cuál es el entorno favorito de este eléctrico.
Decíamos "a nuestro pesar" porque el Polestar 2 Artic Circle es un divertido juguete del equipo de ingenieros de Polestar que, desgraciadamente, es sólo un prototipo que no se fabricará en serie. No obstante, esto no es óbice para detenernos a conocer un poco más de este coche eléctrico diseñado para ir derrapando de lado a lado sobre pistas de hielo y nieve.
Polestar 2 Artic Circle.
El coche que se ha tomado como base es un Polestar 2 Long range Dual motor con Performance Pack, al que se le ha añadido una buena serie de modificaciones. Tiene mayor altura al suelo (+30 mm) y una suspensión con muelles un 30% más blandos y amortiguadores Öhlins de tres vías ajustables en dureza y altura, específicos de este coche. También equipa unos neumáticos de invierno en medida 245/35, cada uno de ellos con 490 tacos metálicos de cuatro milímetros, y unas llantas OZ Racing de 19 pulgadas que, de nuevo, no están disponibles en el coche de serie.
Se han instalado refuerzos en las barras de torretas delanteras y traseras para aumentar la rigidez torsional y mejorar la respuesta de la dirección, y en la parte trasera del coche se ha instalado una pala de fibra de carbono para achicar nieve en caso de salirse de la pista y quedar atascado.
Polestar 2 Artic Circle.
La gente de Polestar también ha aumentado la potencia y el par motor hasta los 476 CV (350 kW) y 680 Nm, respectivamente, y se ha desarrollado un nuevo sistema Launch Control, que se activa desde las levas detrás del volante. Todo ello con un único fin: ser rápido y ágil sobre la nieve y el hielo. Los frenos son de las pocas cosas que permanecen sin cambios, manteniendo los frenos Brembo con pinzas de 4 pistones del coche de serie.
Visualmente, huelga mencionar la inspiración en los rallies. Empezando por las llantas OZ Racing en color blanco y continuando por los cuatro faros delanteros Stedi Quad Pro LED. Todo ello aderezado con una decoración exterior con pintura gris mate y detalles en blanco, un cubrecárter de fibra de carbono para proteger los bajos y unos asientos delanteros Recaro tapizados en color carbón con el logo de Polestar en dorado.
Salvo los frenos, la mayoría de componentes del chasis se han modificado.
Con todo, este eléctrico no llegará a comercializarse -ni siquiera en los mercados próximos a las gélidas latitudes donde ha sido concebido-. Este coche sí servirá para que se divierta (y mucho) el ingeniero jefe de chasis de Polestar, el piloto de rallies Joakim Rydholm, pero también para afinar la puesta a punto de los coches de producción. Según Rydholm, «con unos niveles de adherencia tan bajos, podemos sentir y analizar la dinámica a un ritmo mucho más lento que en el asfalto, lo que significa que podemos ajustar realmente la forma en que se comportan nuestros coches, hasta el más mínimo detalle. Este es mi lugar favorito para desarrollar coches».
El nombre del coche se debe a la zona donde Polestar lleva a cabo su intenso programa de pruebas de invierno, entre diciembre y marzo, el Círculo Polar Ártico. Allí se llegan a alcanzar 35 grados bajos cero, unas condiciones en las que los componentes del coche (e incluso el propio equipo de pruebas) se ponen al límite.