Polestar ha renovado la gama del único modelo que tiene a la venta en estos momentos. Con una configuración mecánica completamente nueva, el Polestar 2 es ahora un coche eléctrico que ha aumentado los números de todos los apartados de su ficha técnica. Incluso en la más barata de todas sus versiones, la berlina muestra una significativa mejora, aunque en este proceso ha sufrido un aumento de precio que lo deja en una incómoda tesitura.
La versión más accesible costaba 47.190 euros antes de la renovación, lo que dejaba un buen margen para configurar varios elementos de equipamiento opcional y aun así estar por debajo de lo que exige el Plan Moves III para optar a sus ayudas. Ahora el Polestar 2 Standard Range Single Motor tiene un precio de 52.900 euros, casi al límite de los 54.450 que delimitan las ayudas.
Es cierto que el aumento de su tarifa da a cambio al cliente una ganancia en todos los apartados: tiene una mayor cifra de potencia (ha pasado de 231 a 299 CV), una mejor configuración técnica (de ser tracción delantera ha pasado a ser tracción total), y una mayor autonomía (ahora logra 515 kilómetros en lugar de los 478 anteriores), pero este ajuste ha llegado pocos días después de ver cómo el Tesla Model 3, que es el mayor rival del Polestar 2, bajaba sus precios de manera muy radical.
Antes había una clara diferencia técnica a favor del modelo americano, pues lograba más potencia y autonomía (286 CV y 510 kilómetros, respectivamente) aunque también a cambio de un mayor precio 52.700 euros en lugar del los 47.190 que costaba el Polestar 2.
Ahora el Tesla Model 3 cuesta 44.200 euros antes de cualquier tipo de incentivo, que suponen más de 8.000 euros de diferencia con respecto a su mayor competidor. Es, por tanto, una brecha que incluso los compradores con bolsillos más holgados tienen complicado justificar. A favor del Polestar 2, sin embargo, sigue habiendo varios factores que pueden ser decisivos en la decisión de compra.
En este sentido, y aunque se trata del aspecto más intangible, está el apartado del diseño. El modelo sueco luce atributos propios de un SUV, algo que en un mercado claramente orientado hacia este tipo de carrocerías, puede resultar determinante para quien quiera huir de una berlina al uso.
En el habitáculo también hay motivos para descartar el Tesla Model 3, pues el Polestar 2 no sólo tiene mejores materiales con unas terminaciones y ajustes mucho más trabajados, sino que además su diseño es más orgánico y 'clásico' en comparación con el de su rival, que es extremadamente minimalista.
Por último, otro aspecto de peso puede estar en el apartado práctico. Con sus 4,69 metros, el Model 3 tiene una longitud de casi 10 centímetros más que el Polestar 2, algo que no siempre es una ventaja en mercados como el español. Esto significa que disfruta de un maletero trasero de mayores dimensiones (446 litros por 405 del sueco), pero dado que se trata de una carrocería de 4 puertas en lugar de 5, el portón de acceso al maletero del Polestar 2 hace que su espacio sea mucho más aprovechable y fácil de usar.