Polestar se está tomando muy en serio el desarrollo de su próximo coche eléctrico. Y no es que se haya descuidado con los anteriores, pero con el Polestar 5 quieren dar un salto cualitativo y cuantitativo a todos los niveles. Una de las claves estará en su chasis, que se ha diseñado específicamente para este modelo y con el que se han conseguido «niveles de rigidez de superdeportivo».
El Polestar 5 será una berlina eléctrica de cuatro puertas con pretensiones muy deportivas, un modelo que llegará en 2024 y que tiene su objetivo puesto directamente en los Porsche Taycan, Audi e-tron GT, Tesla Model S Plaid y compañía. Polestar quiere hacer un coche muy deportivo sin renunciar a ser cómodo, una combinación donde el chasis será la clave.
Por eso, el Polestar 5 será el primer modelo de la marca en tener una plataforma desarrollada específicamente por y para Polestar, en lugar de usar plataformas derivadas de modelos Volvo (y empleadas también por Lynk&Co, la otra marca perteneciente también a Geely) como ocurre actualmente con los Polestar 1 y Polestar 2. No obstante, no será el único en usarla, pues el trabajo de ingeniería que se está llevando a cabo con el Polestar 5 se está haciendo pensando también en los futuros modelos de la marca, con miras de hacer escalable esta plataforma.
El chasis del Polestar está construido principalmente con aluminio pegado en lugar de soldado, una tecnología que proporcionará al coche «una rigidez torsional superior a la de un deportivo o superdeportivo tradicional de dos plazas». Otras secciones del chasis se fabricarán con aluminio conformado en caliente, en frío, fundido a presión y extruido.
Además de ofrecer una elevadísima rigidez torsional, Polestar asegura que el peso del chasis y la carrocería es menor que el de coches más pequeños, lo que contribuirá a mejorar el comportamiento dinámico en carretera y la eficiencia en el consumo (por tanto, también la autonomía).
El aluminio pegado o adherido permite tener chasis muy rígidos y ligeros, pero es una solución poco habitual en modelos producidos en serie y gran volumen debido a la laboriosidad requerida sin sacrificar la calidad. Sin embargo, Polestar ha conseguido desarrollar un nuevo proceso de fabricación, más rápido, para construir simultáneamente la plataforma y la carrocería, lo cual permite aplicar esta tecnología a grandes volúmenes de producción manteniendo los máximos estándares de calidad.
Esta nueva plataforma ha sido desarrollada en el centro de ingeniería de Polestar, en pleno corazón del Motorsport Valley del Reino Unido. Allí trabaja un equipo de 280 personas entre las cuales hay ingenieros procedentes de la Fórmula 1 y de marcas de superdeportivos de renombre. Está previsto que dicha plantilla aumente hasta aproximadamente 500 ingenieros en los próximos meses para seguir avanzando en I+D.
No es ningún secreto que el Porsche Taycan es el objetivo a batir del Polestar 5. La marca sueca quiere ofrecer «los mejores niveles de dinámica de su categoría» sin llegar a ser un coche de comportamiento estrictamente deportivo: «Tiene que ser atractivo pero también cómodo. (...) Podemos llevar el coche hacia una dirección más dinámica o hacia una más confortable sin sacrificar totalmente una u otra».
Polestar todavía no ha revelado ningún detalle del propulsor eléctrico ni de la batería del 5, aunque dado su planteamiento se espera que las prestaciones sean de primer nivel. No obstante, Steve Swift, jefe de ingeniería de vehículos de Polestar, ha dicho que hay «una patente interesante» en la tecnología de las baterías. A pesar de tener la batería bajo el piso, el Polestar 5 será un coche «extremadamente bajo» para tratarse de un coche eléctrico y, según la compañía, mantendrá en buena medida el aspecto del Polestar Precept.