Polestar no se ha convertido en una marca de coches eléctricos para hacer amigos entre el resto de los fabricantes. En vísperas de la apertura de las puertas de la COP27, el fabricante sueco ha señalado con el dedo el silencio recibido a la propuesta que realizó hace tan solo un año. Con un nuevo vídeo titulado "Silencio grabado en roca" insta a la industria a firmar un compromiso real contra el cambio climático.
El año pasado, tras la COP26, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow, Escocia, Polestar publicó un breve vídeo en el que la marca sueca, nacida en 1996 y luego comprada en 2015 por Volvo, ofrecía, (literalmente) grabar en un bloque de granito todas las propuestas realizadas por los fabricantes de automóviles y presentadas durante el Día del Transporte, la jornada dedicada a ellos. Su objetivo era reducir a cero las emisiones generadas por su producción. Un objetivo que exigiría "compromiso, ambición y acción, pero sobre todo responsabilidad". De ahí la inscripción en piedra, que si le daba un carácter perenne por excelencia.
Así se establecía un plan que seguir y unos objetivos que comprobar. Un año después está a punto de celebrarse la COP27 en Sharm El Sheikh, Egipto, del 6 al 18 de noviembre de 2022. Polestar vuelve a la carga con otro vídeo en el que muestra su decepción. Bajo el título "Un doloroso silencio grabado en la roca", Polestar afirma que de los cientos de marcas de automóviles de todo el mundo, solo un puñado estaba dispuesto a invertir en las medidas necesarias para lograr un acuerdo de mínimos." Por tanto, el bloque de granito permaneció irremediablemente virgen".
Polestar cree que en la próxima COP27 sus colegas tendrán una segunda oportunidad para establecer compromisos firmes y concretos y para eso, muestra ese cubo de piedra real en medio del desierto, esperando que esta vez finalmente se convierta en una "motivación para hacerlo mejor, una fuente de inspiración para llenar el vacío".
El planteamiento de Polestar es posicionarse como referente de la sostenibilidad. Una visión compartida por Thomas Ingenlath, su CEO, que en las declaraciones parece salirse del ámbito puramente comercial. "Claramente, estamos cansados de estas reuniones climáticas", dice, "pero las empresas y los consumidores pueden ser el antídoto. Si no escribimos las leyes, tenemos el poder de actuar ahora y generar un cambio real. Tenemos una responsabilidad y depende de nosotros enviar una señal para demostrar que estamos listos".
Ingenlath va incluso más allá pidiendo el fin de los coches de combustión: "Solo el 1,5% de los coches que circulan hoy en día en el mundo son eléctricos, está claro que todavía estamos en una burbuja eléctrica, no en un maremoto". Para el dirigente, esta década es crítica para no exceder los objetivos de los acuerdos de París. Pide a los gobiernos lideren el cambio con regulaciones estrictas, tanto en infraestructura como en el control de los precios de la electricidad. Y lo que es más importante, "que los fabricantes de automóviles actúen ahora y dejen de esperar pasivamente los cambios políticos".