Llegados a un punto en el que la demanda de coches híbridos y eléctricos "ya solamente puede subir", la industria automotriz se enfrenta al "reto de desarrollar y ofrecer nuevas tecnologías para los componentes de propulsión, recarga y alimentación". Así lo cree Scott Adams, vicepresidente senior del área de producto en Eaton, la compañía multinacional dedicada a los sistemas de gestión de la energía con sede en Dublín y origen en Estados Unidos.
Entre los retos que menciona Adams en declaraciones recogidas por Auto News, están los sistemas de recarga para vehículos eléctricos y los sistemas de gestión de la energía, que están tendiendo fuertemente hacia voltajes más altos. Esto es debido, en parte, para conseguir tiempos de carga mucho menores y para aumentar las prestaciones de los trenes de potencia.
Como ejemplo, Adams tomó el Toyota Prius de 2004, un coche híbrido que salió al mercado con una pequeña batería de 202 voltios. "Ahora los nuevos sistemas eléctricos son mucho más potentes", puntualizó. "Estamos hablando de 400-800 voltios, incluso en el futuro habrá sistemas de 900 voltios" dijo Adams durante un seminario.
Este incremento en la tensión de los sistemas eléctricos del automóvil trae consigo nuevos desafíos en términos de seguridad, gestión del calor, fiabilidad y rendimiento en condiciones extremas. "Existen complicaciones que aparecen con los voltajes más elevados", dijo Adams. "Estamos viendo cuáles son las necesidades a corto plazo de la industria. Hay mucha actividad en los vehículos eléctricos, pero todavía es incipiente. Todavía es temprano."
Del mismo modo que otros gigantes de la industria automotriz, Eaton reestructuró recientemente su división dedicada a la automoción mediante la creación de un área especialista en movilidad eléctrica: la llamó eMobility. En el pasado mes de junio, Eaton anunció una inversión de 500 millones de dólares (427M€) en eMobility con el fin de desarrollar nuevos sistemas para el coche eléctrico de aquí a 2023.
Si alargamos la línea temporal un poco más allá, de cara al año 2030 Eaton pretende registrar beneficios anuales de entre 2.000 y 4.000 millones de dólares (entre 1700M€ y 3400M€) originados a través de la venta de componentes, sistemas y servicios relacionados con el coche eléctrico. Esto supondría un crecimiento de la división en términos de volumen de negocio de entre 6 y 13 veces respecto los 300 millones de dólares (256M€) que la compañía pretende generar a través de eMobility en 2018.