Oliver Blume, CEO de Porsche, aseguró en 2018 durante una entrevista que jamás fabricaría un 911 eléctrico. No obstante, según las últimas filtraciones, esta afirmación podría haber cambiado en rotundo. La revista alemana Manager Magazin ha hecho público un informe reciente donde se detalla que Porsche estaría desarrollando todo un 911 eléctrico movido por baterías de estado sólido.
El CEO de la corporación alemana se pronunció rotundamente contrario a lanzar una versión eléctrica del 911 por diversas razones, entre las que se encontraba su clara convicción de que era imposible hacer un modelo eléctrico similar, por el mero hecho de que este es un coche que tiene el motor colgado detrás del eje trasero. Esto proporciona unas sensaciones como ningún otro vehículo del mercado, algo que un eléctrico jamás podría igualar. Así lo especificó Oliver Blume en 2018, pero al parecer en 2022 habrían cambiado las tornas.
Porsche vendió el pasado año 2021 un total de 300.000 coches en todo el mundo, de los cuales más de 41.000 estaban representadas por el Porsche Taycan, -por ahora, el único modelo eléctrico de la marca-. Esto habría dado a la compañía unas pistas sobre cómo ajustar los nuevos márgenes de ventas de eléctricos hasta final de década. Esta hoja de ruta habría reordenado las ventas hasta el hecho de planificar que un 50% de sus ventas esté copado por eléctricos en 2025, mientras que para 2030 este porcentaje ascendería hasta el 80%.
Este objetivo propuesto por Porsche sería totalmente viable si, para entonces, la gama de la marca posee importantes dotaciones de vehículos de este tipo, y el Porsche 911 es un claro candidato a ello. En los últimos rumores, e incluso fotos espía de las que hemos podido saber, Porsche se encuentra desarrollando un 911 híbrido, un modelo que proporcionaría una importante base eléctrica inexistente a día de hoy.
Pero el informe publicado por la revista alemana va un paso más allá y habla directamente sobre un 911 eléctrico con baterías de estado sólido proporcionadas por la corporación alemana Quantumscape. Esto podría ser una casualidad si el Grupo Volkswagen (corporación matriz de Porsche) no tuviera importantes inversiones sobre esta empresa especialista en el desarrollo de baterías. En el año 2018, la compañía inyectó un montante económico de 100 millones de dólares, mientras que en 2020 realizó una nueva inversión de 200 millones de dólares, con el fin de desarrollar nuevas tecnologías y avanzar en la implementación de baterías más fiables y con un mayor rango de autonomía.
Este 911 eléctrico, al parecer, albergaría varios paquetes de baterías de estado sólido que se combinarían con baterías de iones de litio más estandarizadas; algo que, por ahora, aún no se ha visto en el mercado de los coches eléctricos. Dichas baterías de estado sólido proporcionan una mayor autonomía, mejores velocidades de carga y un aumento de la seguridad.
En definitiva, todas las miradas apuntan hacia finales de esta misma década cuando el Porsche 911 podría dar el paso de convertirse en un modelo eléctrico, al menos en alguna de sus variantes mecánicas. Y qué mejor manera de pasar el 911 hacia la electrificación que dotándolo de la tecnología de baterías más puntera del momento.