Si los coches eléctricos son el camino a seguir, los coches deportivos han de seguir la estela marcada, si bien es cierto que esto no significa ser los primeros en seguirla. Antes o después todos y cada uno de los fabricantes que dedican su actividad a fabricar coches deportivos, van a tener que trabajar con coches completamente eléctricos. Ahora es Porsche con su 911 el centro de los focos, tras las declaraciones de su CEO, Oliver Blume, sobre el futuro eléctrico del mítico deportivo alemán.
Salen estas declaraciones a relucir de entre toda la actualidad días después de haber tratado el mismo aspecto de uno de los mayores rivales de Porsche, Ferrari, y las declaraciones del homónimo de Blume en la firma italiana, que comentaba que decir que Ferrari se convertirá en una marca de coches cien por cien eléctricos, es llevar mucho las cosas al extremo.
Si bien es cierto que el directivo italiano no cerraba la posibilidad a fabricar un Ferrari completamente eléctrico, sólo que no creía en Ferrari como un fabricante de coches cien por cien eléctricos, Oliver Blume casi que confirma que no veremos un Porsche 911 completamente eléctrico, y si acaso lo viéramos, aún está muy lejos.
Decía tajantemente la máxima figura de la casa de Stuttgart: "Permítanme ser claro, nuestro ícono, el 911, tendrá un motor de combustión durante mucho tiempo. El 911 es un concepto de automóvil que está preparado para el motor de combustión. No es útil combinarlo con movilidad eléctrica pura. Creemos en los coches diseñados específicamente para la movilidad eléctrica".
Y es que tal y como apuntamos hace ya varios meses en un artículo específicamente hablando sobre esta cuestión, electrificar por completo el Porsche 911 conllevaría tal ejercicio de ingeniería para compensar el peso extra del paquete de baterías que no tiene sentido para Porsche. El 911, según los alemanes, tiene que seguir conservando su icónica estética y su disposición de motor trasero y 2+2 plazas, por lo que esta configuración no deja sitio para un paquete de baterías que sustente un esquema completamente eléctrico.
Añadió Oliver Blume: "Hay buenas ideas para el futuro del 911 de hacerlo un híbrido especial, un híbrido muy orientado al rendimiento, en el que usamos, por ejemplo, un sistema de 400 voltios para nuestro motor eléctrico. Esa es más o menos nuestra idea de cómo continuar con el 911". Por lo que deja claro, que de momento el 911 eléctrico ni siquiera ha sido planteado, por lo que lo más cerca que llegaremos a ver al 911 de la electrificación aún será con el protagonismo girando en torno a su seis cilindros bóxer.
Sin embargo, y es aquí donde probablemente esté lo más llamativo de la noticia, Blume ha dejado saber que un deportivo eléctrico de Porsche sí va a pasar en algún punto del futuro de Porsche no demasiado lejano. Comentaba el alemán, de 52 años, que en realidad hay posibilidades de que exista hueco en la gama de deportivos de Porsche para un deportivo eléctrico de alto rendimiento, por lo que se confirma algo que ya sabíamos, que el primer deportivo eléctrico de Porsche, no será un 911.
Estas declaraciones llegan en un período de tiempo en el que la electricidad se ha tornado la tónica habitual en las noticias en las que Porsche aparece en las portadas, ya que, entre otros titulares, el coche más vendido de Porsche en agosto, por primera vez en la historia, no fue térmico, sino eléctrico.