Con el Porsche Mission R la firma de Stuttgart reveló una de las novedades más relevantes de el pasado IAA que tuvo lugar en la ciudad de Múnich. Se trata de un modelo conceptual que además de adelantar el lenguaje de diseño de los futuros modelos de Porsche también es completamente funcional.
Y es que, aunque pueda parecer que se trata de algo obvio que un vehículo sea capaz de lograr las cifras que el fabricante promete, lo cierto es que tratando sobre modelos conceptuales éste aspecto queda en un segundo plano, pues su cometido es más el de servir como un escaparate, por lo que a veces no es que no logren las prestaciones prometidas, sino que en ocasiones tan sólo se trata de maquetas a escala real.
Si embargo lo que está llevando a cabo Porsche con el Mission R eléctrico es un auténtico proyecto de ingeniería que dará lugar a una futura competición de tipo carreras cliente. Semanas después de haberlo visto en la cita alemana, ahora Porsche ha dado a conocer más detalles acerca de su técnica, revelando además que el aspecto técnico cobró más relevancia que la faceta del diseño, pues su tren motriz se finalizó antes que el propio diseño; exactamente al contrario de lo que es habitual con un modelo conceptual.
Porsche Mission R eléctrico.
Dice Porsche que durante el proceso de desarrollo el chasis tuvo que salir al circuito aun sin tener una carrocería que le diera forma y protegiera su habitáculo. Esta primera prueba dinámica, que se llevó a cabo en menos de seis meses antes del debut en el Salón del Automóvil de Múnich, fue todo un hito, según la marca, y no tuvo ningún problema aun muchos componentes siendo provisionales. En esta primera salida a la pista de pruebas de Weissach, por ejemplo, la estructura antivuelco era de acero, dado que la jaula definitiva de material compuesto aún no se había fabricado. El asiento, el volante y los pedales pertenecían a vehículos de carreras ya existentes, y las llantas no eran las monotuerca vistas en el concept car recientemente presentado.
En resumidas cuentas el tren de potencia del Mission R queda encuadrado en un sistema de 900 V que da lugar a un esquema tracción total con una potencia de 1.088 CV (800 kW) que emanada de dos motores eléctricos a través de una sola marcha. Promete una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en de 2,5 segundos y según Porsche, dependiendo del desarrollo elegido, la velocidad máxima puede superar los 300 kilómetros por hora. Todo ello gracias a un contenidísimo peso de tan sólo 1.500 kilos, una cifra más que destacable teniendo en cuenta que su batería tiene una capacidad de 80 kWh y el doble motor eléctrico.
Este dato sin duda calmará a los seguidores más fieles de Porsche, ya que todo apunta a que este Mission R es la antesala tanto en términos de diseño como técnicos de la próxima generación del Porsche 718, y el objetivo de Porsche es hacerlos lo más ligeros posible, así com también del 911. El milagro de situar el peso por debajo de los 1.650 kilos para la próxima generación de la pareja de deportivos de Stuttgart estaría a tiro, algo que elogiar pues el actual Porsche Boxster S con cambio automático PDK pesa 1.460 kilos.
Porsche Mission R eléctrico de pruebas en Weissach sin carrocería que cubriera su mecánica.
Dice Porsche que para lograr mantener el peso a raya han "intentado exprimir el potencial de la construcción ligera en cada detalle". La cubierta de la transmisión impresa en 3D aporta un 30 % extra de ligereza. Por su parte, la potencia de frenado adicional que se obtiene con el sistema de recuperación ha permitido reducir en 12 kilos el peso del equipo de frenos. La carrocería de material compuesto por principalmente de fibra natural combinada con componentes de fibra de carbono, por lo que no solo es muy liviana, sino también sostenible.
No es muy habitual que Porsche muestre este tipo de diseños conceptuales de corte futurista, pero cuando lo hace es para preparar el inicio de "una trayectoria de éxitos", según ellos, y a nuestros ojos el Mission R no sólo dará lugar a una copa monomarca, sino también a los futuros eléctricos de calle de la compañía.
Así fue con el Boxster, que se presentó en Detroit en 1993 de manera conceptuao, o con el Carrera GT, que Walter Röhrl condujo en el año 2000 delante del Louvre, en París. Más adelante, en 2010, se presentó el prototipo del 918 Spyder, esta vez en Ginebra. A este le siguió, en el Salón del Automóvil de Fráncfort de 2015, el Mission E, antecesor del Taycan que tantas alegrías está dando a Porsche en la actualidad.