Oliver Blume, anteriormente CEO de Porsche y hoy máximo dirigente del Grupo Volkswagen, ha declarado en varias ocasiones que los biocombustibles forman parte de las opciones viables para alargar la vida de los motores de combustión interna. Su herencia en la firma alemana de coches deportivos sigue presente después de la inversión, a principios de este año, de 75 millones de euros en el desarrollador chileno de combustibles sintéticos HIF Global, lo que supone una participación en la empresa de un 12,5%.
Porsche mantiene su plan de electrificación. Su objetivo es que, en 2030, el 80% de sus ventas sean vehículos eléctricos. En este proceso, los combustibles sintéticos también forman parte de su hoja de ruta como una tecnología alternativa. Tras la construcción de la planta piloto de Haru Oni en Punta Arenas (Chile), la empresa HIF Global ha comenzado a producirlos a partir de hidrógeno y dióxido de carbono (CO2) utilizando energía eólica. Las pruebas, en laboratorio y en circuito, se han llevado a cabo con éxito, permitiendo un funcionamiento de los motores de combustión de un modo casi neutro en CO2.
La planta chilena ofrece unas condiciones ideales para producir eFuels. El viento sopla, de media, 270 días al año, permitiendo que las turbinas eólicas funcionen a plena capacidad. La empresa espera producir alrededor de 130.000 litros de combustible sintético cada año en la fase piloto. Posteriormente ampliará esta capacidad hasta los 55 millones de litros en 2025 y 550 millones en 2027. Según el jefe de I+D de Porsche, Michael Steiner, manteniendo las tarifas eléctricas actuales, la planta puede funcionar con unos costes de producción de aproximadamente dos dólares por litro de biocombustible.
Los biocombustibles en el Grupo Volkswagen
El fabricante de vehículos deportivos plantea inicialmente usar estos combustibles sintéticos en proyectos de competición. En concreto en la Supercopa Porsche Mobil. En el futuro, podrán ser empleados para repostar los coches que se utilicen en los Porsche Experience Centers. Más adelante, también podrán alimentar modelos tan icónicos como el Porsche 911, en el que la compañía continuará ofreciendo motores de combustión.
"Porsche está comprometida con un camino doble: movilidad eléctrica y combustibles alternativos como tecnología complementaria", afirma en un comunicado jefa de adquisiciones de Porsche AG, Barbara Frenkel.
Steiner afirma que otras marcas del Grupo Volkswagen también están interesadas en esta tecnología. A largo plazo, se plantea la posibilidad de que HIF Global venda estos combustibles a otros fabricantes de automóviles que necesiten reducir las emisiones de carbono de su flota, así como a compañías petrolíferas y gasísticas.
Las opciones de los biocombustibles
El potencial del eFuel es significativo. En el mundo, hay más de 1.300 millones de vehículos propulsados por motores de combustión de los que un gran porcentaje seguirá circulando durante varios años. Para ellos, los combustibles alternativos son una alternativa prácticamente neutra en emisiones de carbono. "No podemos confiar solo en la movilidad eléctrica ", afirmó Frenkel a principios de año. "Necesitamos soluciones para garantizar que los vehículos de combustión, tanto existentes como nuevos, contribuyan a la descarbonización".
HIF Global pondrá en pie 12 ubicaciones comerciales de biocombustibles en Texas, Chile y Australia produciendo 150.000 barriles diarios. Para ello, utilizará 25 GWh de energía renovable y alrededor de 25 millones de toneladas de CO2 cada año. Estos combustibles alternativos también ofrecen aplicaciones potenciales en otros sectores como el transporte marítimo y aéreo.