Son tiempos difíciles y convulsos para buena parte de la industria automovilística europea. Marcas históricas, como Volkswagen, no están pasando por su mejor momento en diferentes puntos, aunque especialmente en lo referente a lo económico. Debido a esto, la compañía germana se ha visto obligada a rehacer sus cuentas de gastos o inversiones de cara a los próximos años, al menos hasta la llegada del ID.2, el prometedor coche eléctrico que aspira a ser el ‘súper ventas’ de la compañía.
Sin embargo, aunque Volkswagen esté actualmente en boca de todos, lo cierto es que no es la única firma germana en presentarse con serios aprietos financieros. Otras, aunque en menor escala, también están pasando por momentos duros, tales como BMW o Mercedes-Benz. Esto está siendo un motivo de preocupación para los propios ciudadanos alemanes, quienes han catalogado a esta situación en una encuesta realizada en el país por la consultora Simon-Kucher.
Los ciudadanos alemanes están preocupados por la situación de la industria
Según este estudio, más de la mitad de los ciudadanos alemanes temen sobre el futuro de las históricas marcas nacionales. Concretamente, su temor es que estas tiendan a desaparecer del mercado y los motivos que exponen son claros: el alto dinamismo en el ámbito de la movilidad eléctrica, la presión para innovar, los nuevos competidores chinos y las exigencias europeas sobre la sostenibilidad.
Según la mencionada consultora, existen marcas potencialmente amenazadas por la industria y que podría propiciar su desaparición. Entre ellas están firmas realmente históricas. La primera y con más posibilidades de tener problemas futuros es Daihatsu, pues el 28% de los encuestados cree que esta “desaparecerá pronto”.
Pero este peligroso ranking toma sabor europeo desde el segundo puesto, ya que el 20% considera que Opel está en serios riesgos. A la marca alemana las siguen otras como Chevrolet (tercer puesto), FIAT y Audi empatan en el quinto puesto, mientras que más abajo se encuentran otras como Suzuki (sexto puesto), Ford (séptima posición), BMW (octavo puesto) o KIA (noveno puesto).
“Las marcas establecidas se enfrentan al desafío de garantizar su supervivencia debido a múltiples aspectos. ¡Sin ajustes, las marcas tradicionales alemanas también corren el riesgo de perder cuota de mercado y confianza!”, afirmó Matthias Riemer, socio de la consultora Simon Kucher, en su comunicado sobre la publicación de este estudio.
Por otro lado, Alexander Dietz, director senior de esta misma consultora, afirmó lo siguiente: “Mientras los alemanes están cada vez más dispuestos a comprar coches, en el sector del leasing disminuye su disposición a pagar a pesar del creciente interés de los clientes. La razón principal es la creciente presión competitiva, impulsada por las nuevas marcas de China”.
Esta encuesta también ha dejado otros datos de relevancia: el 34% de los encuestados están pensando en comprar un coche eléctrico chino, el 60% ya ha decidido cuál será su próxima marca, el 61% ve los coches eléctricos como el futuro, el 49% comprarán un vehículo eléctrico ‘pronto’, mientras que el 63% buscarán para sí una marca premium.
