Actualmente la demanda de coches eléctricos no cesa año tras año, aunque ello no quita que en España aún estemos bastante atrasados en cuanto a su adopción masiva, contando con una cuota de mercado del 2,8% durante el pasado 2021. A pesar de esta cifra aparentemente escasa, no hay más que noticias positivas ya que esto supuso un enorme avance con respecto a las ventas de 2020.
Las creación del Plan Moves III o los diferentes descuentos por parte de las marcas, así como el avance tecnológico de los coches, han hecho que muchos clientes finalmente se decanten por esta adquisición. Pero uno de los mayores inconvenientes que aún presenta la electrificación en España es la limitada oferta de cargadores públicos. Para ello, Power Dot ha presentado su plan de desembarco en nuestro país para los próximos años.
«Quedan muy pocas dudas de que el futuro de la movilidad será 100% eléctrico», señala João Seabra, country manager para España de Power Dot. Por ello, la corporación que representa, ha llevado a cabo un estudio de viabilidad de inversión en España, accediendo posteriormente a realizar una mayúscula inversión de cara a proporcionar una generosa red de puntos de recarga para los próximos años.
Desde Power Dot son conscientes de que uno de los mayores inconvenientes que presenta actualmente el mercado eléctrico español es su falta de puestos de carga. A mediados del año 2020 se contabilizaron en nuestro país apenas 7.600 puestos públicos, mientras que en países como Noruega se pretenden superar los 100.000 puestos durante este año. Esta enorme diferencia entre un país u otro proporciona una menor seguridad para el cliente a la hora de decidirse por la adquisición de un vehículo eléctrico. Por ello, desde la mencionada empresa, quieren poner toda la carne en el asador y ya han presentado un plan por el que pretenden implementar más de 1.500 de estos cargadores hasta el año 2025 en toda España, mientras que para el año 2030 esperan haber superado los 3.500 puestos.
Los planes de desembarco de esta empresa se sitúan directamente en ubicaciones concurridas, tanto en entornos públicos a pie de calle, como en centros comerciales, hoteles o supermercados. De hecho, ya tiene cerrados varias colaboraciones con firmas como CBRE, Cushman & Wakefield, Ibis, Q8 y Martín López Carburantes. Adicionalmente a estas, también llevaría a cabo instalaciones de carga rápida en la red principal de carreteras, como en las autovías A2, A4, A5, A6 y A7. «El objetivo es claro: instalar y desplegar tantos cargadores públicos como sea posible», según apunta el responsable de la corporación.
A pesar de su reciente llegada a España, la compañía ya cuenta con más de 2.000 puntos de carga repartidos en otros países europeos como Portugal, Francia, Bélgica, Luxemburgo o Polonia. Este año 2022 prevé aumentar su red europea en 500 puestos adicionales.
Esta acción se verá beneficiada por la entrada en vigor de la nueva normativa por la que, a partir del 1 de enero de 2023, obliga a todos los aparcamientos no residenciales a que cuenten con un 2,5% del total de sus plazas con una instalación de recarga de eléctricos; esto significa que 1 de cada 40 plazas deberá ser para vehículo eléctrico, así como 25 plazas por cada 1.000, una cuantía muy superior a lo que se ofrece de media actualmente. Precisamente por este motivo, desde Power Dot buscan la alianza con los diferentes centros comerciales en pos de ser su suministrador oficial de estos puestos de recarga para los próximos años.