El mercado del automóvil se encuentra falto de coches eléctricos asequibles. Los gobiernos quieren que las baterías reemplacen los motores térmicos, pero lo cierto es que con un precio muy superior al de los turismos que más se venden ahora mismo, es difícil para el ciudadano medio europeo dar el salto al coche eléctrico. A este aspecto se tiene que sumar, además, que les falta una autonomía que permita su libre uso de manera diaria.
Volkswagen ya tiene en proyecto el ID.2, Renault se encuentra a punto de lanzar el R5 eléctrico al mercado y Citroën ya comercializa el ë-C3, que cuesta 23.800 euros en España antes de ayudas.
Todos estos coches, sin embargo, pueden quedar a la sombra del que puede ser el turismo más importante de la década en Europa a nivel comercial, el popularmente denominado Tesla Model 2, ya que, como actualmente sucede con el Model 3, promete ofrecer prestaciones propias de segmentos superiores a cambio de un precio similar a los modelos que planean los fabricantes europeos.
La marca estadounidense ya especificó que el objetivo está en lanzarlo al mercado con un precio fijado en torno a los 25.000 euros. Este es su propósito, la razón de ser de este coche. Tesla no puede fallar con el lanzamiento del que ha sido planteado para resultar asequible por encima de todo.
En definitiva, no puede cometer el mismo error que con el Tesla Cybertruck, que cuando se presentó en sociedad por primera vez se anunció que partiría desde los 39.900 dólares, pero la realidad es que ha acabado comercializándose por 60.900 dólares, que, según el cambio actual, es 20.000 euros más cara que cuando fue anunciada. También sucedió algo parecido con el Model 3: cuando se anunció hace unos 6 años se presentaba por 30.000 dólares y, finalmente, se puso a la venta en un principio por unos 47.000.
Hay motivos para creer que con el futuro Tesla Model 2 la marca sí alcanzará su objetivo, ya que con el Model 3 no tenían realmente experiencia en el campo de la fabricación masiva, y el Cybetruck es realmente una pick-up de diseño extremo en cuyo desarrollo no ha habido concesiones al racionalismo.
Tal y como especificó días atrás el propio CEO de Tesla, Elon Musk, en una entrevista concedida al especialista Sandy Munro, el modelo comenzará su producción primero en la planta que la marca se encuentra construyendo en México para después sumar a sus emplazamientos de fabricación la fábrica china de Tesla, sita en la ciudad de Shanghái. Se descarta, pues, que la planta alemana de Tesla se vaya a hacer cargo del modelo, por lo menos en un primer momento.
El mismísimo Musk se está encargando de revisar semanalmente la línea de producción del modelo, ya que se está diseñando para trabajar con procesos que nunca han sido vistos en la industria, o por lo menos así lo ha explicado el directivo canadiense. "Estamos trabajando en un coche de bajo coste que será producidos en volúmenes realmente altos", especificó acerca del proyecto.
"Vamos bastante avanzados en este trabajo. Reviso los planes de producción todas las semanas y creo que la revolución en producción que representará este coche volverá locos a todos. No se parece a ninguna línea de producción coches que nadie ha visto jamás", señaló.
Todo lo anterior debería llevar a que en España el modelo llegase a un precio entorno a los 25.000 euros antes de ayudas. En cuanto a sus prestaciones, con toda seguridad tanto en lo relativo a potencia como autonomía, se situará por debajo de los 283 CV y 554 kilómetros de autonomía del Model 3 de tracción trasera, que cuesta actualmente 39.990 euros.
Sí que sabemos de manera oficial, gracias al Master Plan 3 de Tesla, que bajo su carrocería habrá una batería de 53 kWh de capacidad con química de tipo LFP. Una capacidad que unida al saber hacer de Tesla en el campo de la eficiencia, debería llevar a su pequeño eléctrico hasta cerca de los 500 kilómetros de autonomía.