El litio se ha convertido en un material fundamental para la transformación hacia la energía limpia, ya sea utilizándolo en baterías para vehículos eléctricos o para almacenar energía renovable procedente del viento o del sol. El litio necesario para estas aplicaciones no se distribuye uniformemente en todo el mundo. Por eso es un bien sometido a fluctuaciones de precio. Preocupa especialmente su aumento, ya que actualmente es 10 veces más elevado, lo que está causando un fuerte impacto sobre el mercado de los vehículos eléctricos. Sin embargo, un estudio realizado por un equipo de la Universidad de Tsinghua indica que es una situación pasajera y que no obstaculizará la electrificación del transporte a largo plazo.
A pesar de la oferta limitada y la fluctuación de precios del litio que ahora lo sitúan en sus niveles más altos, se espera que el mercado de vehículos eléctricos mantenga un crecimiento constante durante los próximos años. El estudio publicado en la revista Joule (Surging lithium price will not impede the electric vehicle boom) afirma que es probable que el precio del litio vuelva a caer a sus niveles previos alrededor de 2025.
Histórico de la evolución del mercado de litio
La cadena de suministro global de litio está actualmente obsesionada por las fluctuaciones del mercado. Desde diciembre de 2020 hasta abril de 2022, el mercado al contado chino experimentó un aumento de precio del 830 % para el carbonato de litio, del 100 % para el sulfato de cobalto y del 60 % para el sulfato de níquel, con precios que ascendieron a 73.000, 18.000 y 7.000 dólares por tonelada respectivamente.
Estos vertiginosos aumentos en los costes se transmitieron rápidamente hacia abajo en la cadena de suministro, ya que los proveedores de materias primas no podían absorber incrementos tan grandes. Así, el precio de los cátodos aumento un 140 % para el caso de las químicas ternarias NCM 811 (64.000 dólares/tonelada) y un 330 % para el caso de la química LFP (25.000 dólares/tonelada). Además, el precio del electrolito subió un 160 % hasta los 17.000 dólares por tonelada.
El impacto de estas subidas provocó un aumento de precio del litio en la segunda mitad de 2021, cortando la tendencia descendente que venía observándose desde hace 30 años, cuando se convirtió en un producto comercial en 1991. En abril de 2022, los precios medios de una celda prismática para vehículos eléctricos con químicas NCM y LFP alcanzaron los 130 y los 120 dólares/kWh, respectivamente, lo que supone un 30 % y un 50 % más que sus niveles previos. En respuesta, muchas empresas de vehículos eléctricos inflaron los precios minoristas, entre un 3 % y un 5 %, o incluso descontinuaron las ventas de modelos de baja rentabilidad
Conclusiones y recomendaciones del informe
Este aumento en el precio del litio y de otros materiales necesarios para las baterías ha suscitado una gran preocupación sobre el futuro desarrollo de vehículos eléctricos. Enfocándose en el litio, el informe indica que, aunque el aumento actual de los precios ha provocado un fuerte impacto a corto plazo en el mercado de vehículos eléctricos, no obstaculizará la electrificación del transporte a largo plazo.
A pesar de la escasez de suministro y la fluctuación de precios, se espera que el mercado de vehículos eléctricos mantenga un crecimiento constante durante los próximos años. Alrededor de 2025, con una ventaja significativa de la oferta sobre la demanda, es probable que el precio del litio vuelva a caer a sus niveles previos.
Para que ocurra esto, los investigadores incluyen en el informe una serie de recomendaciones:
Establecer una plataforma global de comercio de litio. El cobalto y el níquel se negocian en la Bolsa de Metales de Londres, mientras que no existe tal plataforma para el litio. A pesar del aumento potencial de las fluctuaciones provocadas por la liquidez del capital, una plataforma de negociación abierta proporciona retroalimentación oportuna a los cambios del mercado, información de precios transparente y supervisión de transacciones evitando los precios extremos.
Diversificar las fuentes de suministro. La extrema concentración geográfica del suministro de litio aumenta la posibilidad de que se produzcan interrupciones. En 2020, los tres países principales productores de litio representaron el 90 % del suministro mundial. En comparación, solo el 40 % del suministro mundial de petróleo se concentra en los tres principales países productores. Aunque se espera que esa concentración de suministro de litio caiga al 70 % en 2025, la diversificación del suministro sigue siendo una necesidad apremiante. Se podrían considerar las reservas gubernamentales de materias primas de litio para crear un suministro de respaldo similar al que existe para el cobre, el aluminio, etc.
Mejorar la capacidad de reciclaje. Un sistema de reciclaje bien desarrollado, que incluya normas sólidas, recolección y logística eficientes, y la garantía de una salida de producto de alta calidad puede mejorar significativamente la resiliencia del suministro de materiales.
Reducir la demanda de litio. El aumento interanual del 426 % en el despliegue de baterías LFP en la segunda mitad de 2021 contuvo la demanda y la volatilidad de los precios del cobalto y el níquel. Las baterías sin litio, como las baterías de iones de sodio, podrían desempeñar funciones similares en segmentos donde el requerimiento de energía específica es bajo. Además, prácticas como el intercambio de batería y la carga rápida pueden contener efectivamente las necesidades de capacidad de las baterías y reducir la demanda de litio.
Establecer mecanismos de intercambio de información. La crisis de precios delata la asimetría de información que preocupa a la industria, lo que revela la necesidad de establecer mecanismos que faciliten la coordinación, cooperación y comunicación entre el gobierno, los consumidores, los proveedores y las empresas que actúan en la cadena de suministro. Dichos mecanismos pueden ayudar a la industria a formar una integración efectiva para reducir la aparición de distorsiones de la demanda, la sobreproducción y el almacenamiento malicioso e innecesario.