En su territorio, Australia alberga algunas de las minas de litio más grandes del mundo. Por eso. es uno de los principales productores a nivel mundial. El país ha experimentado un aumento significativo en la producción en los últimos años impulsada por la creciente demanda de baterías de iones de litio para vehículos eléctricos. Precisamente, este mercado ha sufrido una importantísima crisis de precios con cambios importantísimos en los últimos cinco años provocados precisamente por la fuerte demanda y la necesidad de acomodar a ella la oferta existente.
En su informe trimestral, publicado el pasado lunes, el Gobierno australiano advirtió de que espera que los precios de la espodumena, un mineral con un alto contenido en litio, disminuyan ligeramente en 2023. En concreto, de un promedio de 4.368 $ por tonelada en 2022 a 4.357 en 2023. Esta pequeña variación se debe a la abrupta caída de los precios al contado en la segunda mitad del año pasado que han alimentado los contratos de suministro a largo plazo.
Pero esta caída no es nada con la que se va a producir en 2024. El informe estima que los precios disminuirán casi un 40%, hasta un promedio de 2.740 $ por tonelada para el año que viene e incluso hasta 2.149 $ en 2025 (aunque todavía lejos de los 671 $ por tonelada que se marcaron durante los tres años previos a 2021).
Por otra parte, el pronóstico para el precio del hidróxido de litio en 2023 es que estará casi un tercio por debajo del promedio del año pasado: de 69.370 $ por tonelada a 35.415 $ en 2024 y a poco más de 30.000 $ en 2025.
Más oferta para cubrir la demanda
Australia achaca esta disminución estrepitosa del precio del litio a la creciente producción mundial, que se acercará al millón de toneladas este año y a 1,5 millones de toneladas en 2025, el doble de los niveles de producción en 2022. Alrededor del 96% de las exportaciones australianas tienen como destino China.
La participación australiana en el mercado mundial del litio caerá del actual 50% de la producción mundial actual a un 40% en 2025 a pesar de que la producción se duplicó hasta las 596 kilotoneladas. El aumento de la producción se debe a la expansión de las minas existentes, entre las que están Greenbushes, Wodgina, Pilgangoora, Mt Marion y Mt Cattlin, y la suma de las nuevas: Finniss, Mt Holland y Kathleen Valley.
Se espera que Chile y China, segundo y tercer productores de litio respectivamente, también continúen creciendo. A su vez, otros productores emergentes como Argentina, Canadá y Zimbabue también se sumarán al rápido crecimiento de la oferta mundial, aumentando sus cuotas de participación desde el 5% actual hasta el 20% en 2025.