Los precios de prácticamente cualquier cosa vendible han subido, y eso también incluye los coches. Hasta aquí, nada que probablemente no sepa quien está leyendo estas líneas. La subida en los costes de la energía y las materias primas también está trastocando los planes futuros de algunos fabricantes y reduciendo la posibilidad de ver coches eléctricos asequibles. Sin ir más lejos, es lo que ocurre con el Volkswagen ID.2, el coche eléctrico más barato de Volkswagen que probablemente no sea tan barato como esperábamos.
Mucho de lo ocurrido en 2020 ya es historia, por suerte, pero otras cosas todavía resuenan. De aquellos barros, estos lodos; y los barros de 2020 dejaron un auténtico lodazal en forma de carestía de semiconductores, encarecimiento del transporte marítimo y terrestre, subida en los precios de prácticamente todas las materias primas y unos costes de la energía disparados, entre algunas cosas más. En 2020 también se llegó a hablar de un precio de 20.000 euros para el coche eléctrico más asequible de Volkswagen, una posibilidad que parece desvanecerse.
Thomas Schäfer, presidente y consejero delegado de la marca Volkswagen, ha concedido una entrevista a Electrified Magazin en la que ha hablado sobre la crisis de semiconductores, el aumento de los costes de la energía, el papel de China, la importancia de la nueva ID. Buzz para la marca y también sobre la movilidad eléctrica asequible. Y en este sentido, las noticias no son del todo positivas para los futuros potenciales clientes.
Según Schäfer, con la actual evolución de los costes «es ciertamente difícil de imaginar» un Volkswagen eléctrico de menos de 20.000 euros. El nuevo límite está ahora en la frontera de los 25.000 euros. Según el presidente de Volkswagen, con los aumentos de precios de los materiales y la energía, «se pasa rápidamente de los deseables 20.000 euros a los 25.000 euros». Schäfer ha asegurado que el precio del Volkswagen ID.2 estará por debajo de los 25.000 euros, pero deja la duda en el aire: «Veremos exactamente dónde encajamos».
Así las cosas, la evolución en los costes de las materias primas, la energía y la mano de obra determinarán en qué franja de precio se sitúa finalmente el futuro Volkswagen ID.2, un coche eléctrico pequeño que se fabricará en España a partir de 2025 junto con los eléctricos pequeños de CUPRA y Skoda con la plataforma MEB Small. Lo que parece meridianamente claro es que, dadas las proyecciones para los próximos años, no parece que la tendencia de los costes vaya a revertirse.
A más corto plazo, hay otra situación preocupante: la incesante subida de los precios del gas. Aunque Alemania está intentando reducir su dependencia de Rusia, necesita encarecidamente el gas ruso no sólo para calentar sus hogares el próximo invierno, también para hacer funcionar sus fábricas. Aunque Schäfer dice que están intentando «no subir los precios en la medida de lo posible» y que están mirando el precio «de cada tornillo» para mantener los costes a raya, el precio del gas «probablemente» se acabará reflejando en el precio de los coches, aunque no se atreve a predecir si se reflejará ya en la segunda mitad del año ni en qué medida lo hará.
Dada la menguante posibilidad de tener coches eléctricos en la franja de los 20.000 euros, la paridad de precios entre los eléctricos y los coches de combustión ocurrirá más bien por un encarecimiento de los últimos. «Una cosa está clara: cuando llegue la Euro 7, provocará un aumento significativo del precio de los vehículos de combustión».