El fabricante de vehículos Infiniti estrena presidente desde el pasado 8 de enero, cuando se hizo oficial el nombramiento de Christian Meunier. La firma propiedad de Nissan planea electrificar todo su catálogo a partir de 2021, y ha sido Meunier el último demostrar que la marca de Hong Kong va a apostar aún más por el coche eléctrico. "El propósito para los próximos tres años no es crecer, es consolidar y preparar el lanzamiento de todos los coches eléctricos, prepararnos para la electrificación", afirmó Meunier en una entrevista concedida a la cadena norteamericana Bloomberg a principios de semana.
Las ventas de Infiniti cayeron el año pasado un 2,7% respecto a 2017 hasta las 149.280 unidades. Meunier achaca ese descenso a la competencia. "Durante muchos años, por muchas razones, Infiniti ha estado en medio del camino y ha tratado de competir cara a cara con todos, con todas las marcas premium incluyendo a los alemanes". En este sentido, el presidente de la compañía está convencido de que los coches "correctos" serán eléctricos.
Según Meunier, Infiniti no debería estar compitiendo con las marcas de lujo. "No queremos ser la marca número 1, queremos ser la número 1 desafiante", explicó. "No podemos ser el coche para todos, no necesitamos 50 modelos diferentes como los alemanes. Necesitamos a los que nos darán la ventaja en el mercado", explicó, en referencia a los 40 modelos electrificados que contempla el plan estratégico del Grupo Volkswagen.
Infiniti ya ha elaborado algunos prototipos, como el QX, aunque la compañía lleva años siguiendo la estela de otros fabricantes de vehículos eléctricos de lujo, como Tesla, Audi o Jaguar. Asimismo, la filial de Nissan cree que venderá sus coches eléctricos a una nueva generación de compradores, los millenials, menos leal a las marcas que sus predecesoras.
"Quieren experiencia y tecnología, sentirse diferentes", afirmó Meunier. "Quieren un productor que los haga mejores como personas, y es ahí donde Infiniti tiene un gran papel que desempeñar", concluyó el presidente.