El Grupo Stellantis ha actualizado la información sobre los trabajos de transformación de dos de sus plantas francesas más importantes: Trémery y Metz. En su proceso de electrificación, no solo desarrollará modelos nuevos basados en sus plataformas específicas. Las plantas que antes se dedicaban a la producción de vehículos de combustión y sus componentes también están siendo modificadas para este nuevo escenario. En concreto, Tremery, donde se fabricaban los motores diésel del grupo francés PSA, se enfrenta a su cambio más radical para pasar a ensamblar los motores eléctricos de Emotors, la empresa conjunta creada junto al fabricante japonés Nidec.
La tecnología eléctrica de segunda generación de Stellantis se basa en la evolución de la plataforma EMP2. Se apoya en el nuevo motor desarrollado por Nidec-PSA eMotors, la empresa conjunta creada en 2018 entre el grupo francés y el fabricante japonés Nidec, que tiene su sede en la fábrica Carrière-sous-Poissy en la región de París.
El Grupo Stellantis tiene como objetivo reducir los costes de producción de sus vehículos eléctricos en un 40 % de aquí a 2030. Para ello, necesita fabricar internamente algunos de sus componentes fundamentales y también presionar a los proveedores para que reducir el precio de sus productos.
La producción de la empresa conjunta aumentará a más de un millón de unidades en 2024. El primer motor eléctrico se denominará M3 y se estrenará a finales de 2022 en un modelo eléctrico del Grupo Stellantis cuyo nombre todavía no se ha especificado. El M3 está diseñado para funcionar en un sistema eléctrico de 400 voltios y será capaz de generar una potencia de 115 kW (154 CV).
Estas especificaciones básicas establecen que un candidato para albergar el M3 sería el Peugeot e-308, puesto que algunas informaciones ya mencionan la potencia de 115 kW para su nueva versión. Paralelamente, al compartir con él el mismo tren de potencia, también podría implementarse en el resto de modelos de las marcas de Stellantis que emplean la misma plataforma que el e-308: como son el nuevo Peugeot 408 o el Opel Astra, que según el grupo también contarán con una versión completamente eléctrica a partir de 2023.
El motor eléctrico de 100 kW que Stellantis monta actualmente en sus modelos basados en la plataforma e-CMP o EMP2 sigue procediendo del proveedor alemán Vitesco Technologies. Por ahora no se sabe si esta unidad seguirá instalándose en sus modelos, por ejemplo en los coches pequeños o en estos también será reemplazado por el M3.
Mientras, en otra de las fábricas más importantes de Stellantis, la de Metz, las inversiones se centran en la producción de transmisiones de doble embrague (eDCT) para los modelos híbridos. Este componente lo fabrica otra empresa conjunta de Stellantis, en este caso, la formada con la belga Punch Powertrain. Esta planta aumentará su capacidad anual hasta las 600.000 unidades en 2024. La transmisión eDCT está disponible con dos niveles de electrificación, a 48 voltios (híbridos suaves) y 320 voltios (híbridos enchufables).
"Trémery-Metz es un excelente ejemplo de cómo estamos ejecutando nuestra transformación para la fabricación de coches eléctricos, tanto en Francia como en todas nuestras operaciones globales", dijo Carlos Tavares, CEO de Stellantis. "Hemos creado una nueva cadena de valor global con socios confiables". Stellantis está poniendo en marcha cinco grandes fábricas de baterías en Europa y en Estados Unidos, en las que producirá 400 GWh de celdas de baterías al año en 2030. También está ampliando sus líneas de negocio hacia los servicios añadidos y el software y no descarta comprar una mina de litio para asegurarse el suministro de esta materia prima fundamental.