A día de hoy, uno de los mayores inconvenientes a la hora de afrontar la completa electrificación de grandes buques pasa por la acusada necesidad de recargarlos tan pronto como sus baterías agoten toda la electricidad. Ya hemos visto barcos que acogían diferentes soluciones como la instalación de paneles solares en el casco del navío o un motor térmico que se emplee como generador de electricidad, entre otras. Ahora el grupo naviero Maersk ha presentado su proyecto de punto de recarga marino para barcos eléctricos.
Como avance en este campo, la naviera Maersk ya presentó a nivel mundial hace dos años su primera patente de boya de carga que se ubicaría en alta mar. Este proyecto tuvo una notable repercusión internacional y, ahora sí, daría cobertura a ciertos barcos completamente eléctricos que fuesen a recorrer grandes distancias y debieran realizar una parada a medio camino en la que recargar sus baterías.
Desde Maersk se han propuesto reducir notablemente la cantidad de emisiones de gases nocivos que cada día expulsan al aire los múltiples buques que consumen cantidades indecentes de gasoil en todo el mundo. Para ello se han decidido a poner en marcha su proyecto de boya de carga para así poder facilitar el camino de llegada a grandes barcos movidos por electricidad.
Esto mismo sucede en el caso de las enormes colas de barcos que se producen al esperar para entrar a operar en puerto. En puntos concretos de alto tráfico esto supone un enorme cuello de botella, lo que repercute en una mayor cantidad de gases de escape que causan problemas de salud en las áreas urbanas más cercanas.
Stillstrom, la nueva división de servicios marítimos en alta mar de Maersk, ha presentado también su propuesta de boya portuaria a la que se amarrarán los grandes cargueros mientras se encuentren faenando en el puerto de turno. Esta nueva tecnología supondrá que mientras dicho navío esté atracado no será necesario que tenga su motor térmico encendido para así poseer energía eléctrica con la que cargar y descargar materiales o, simplemente, disponer de todos los servicios a bordo. Esta tomaría la energía necesaria de un sistema de cableado conectado directamente a tierra.
Estos dispositivos ya poseen una multitud de pedidos para ser instalados en varios de los puertos más importantes del mundo. La corporación ya ha firmado para llevar a cabo la instalación en 100 puertos marítimos para el año 2028, en los que se ubicarán entre tres y diez de cada una de estas boyas. Esta solución logrará una importante reducción de emisiones de carbono de 5 millones de toneladas al año, así como reducirá también el ruido en los alrededores de la zona portuaria. La firma energética Ørsted será la encargada de dar cobertura a la primera boya que será instalada este próximo verano junto a un parque eólico, el cual suministrará energía eléctrica al mencionado dispositivo de carga.