Días atrás, a través de las habituales filtraciones de del equivalente al Ministerio de Industria chino, hemos visto las imágenes de un coche de suma importancia para BYD en Europa. Se trata del coche eléctrico que la marca destinará al segmento C, uno de los más disputados históricamente en nuestro mercado, y al que también quiere entrar a competir Tesla con un modelo más asequible que el Tesla Model 3.
La idea de Elon Musk era, en un principio, lanzar un coche eléctrico basado en una nueva plataforma que permitiera ponerlo en las calles por un precio de 25.000 euros gracias a una superlativa reducción en su producción. La realidad ha llevado a Tesla a anunciar, finalmente, que no le queda otra que mejorar la que da sustento al Model 3, del segmento D, para lanzar un modelo economizado y recortado con respecto a este.
Después de esta confirmación oficial por parte de la marca, se han filtrados las primeras imágenes y datos del coche que tendrá que medirse con el Tesla Model 2 (o como quiera que se acabe llamando): en China ha sido nombrado como BYD Seal X y su concepto atiende exactamente al mismo principio bajo el que Tesla se ha puestro a trabajar para diseñar su coche eléctrico compacto.
Nos referimos a que este Seal X (o Seal Mini, o como vaya a denominarse) ha sido diseñado partiendo de la base de un coche de tamaño superior, perteneciente al segmento D: el BYD Seal convencional. Aunque la marca ha anunciado que se basará sobre una nueva plataforma modular denominada e-Platform 4.0, lo cierto es que esta arquitectura parte de la e-Platform 3.0 de los Seal, Seal U y demás modelos conocidos.
Optar por plataformas 'viejas' para desarrollar productos tan importantes a largo plazo como lo son estos dos coches, destinados a soportar una gran demanda, puede no parecer la mejor de las ideas, pero lo cierto es que esta estrategia tiene mucho sentido, más aún teniendo en cuenta que se trata de variaciones que serán amortizadas en un breve espacio de tiempo, pues dada su previa existencia, cuaquier nuevo proyecto que se articule sobre ella conllevará una inversión mucho más reducida que cualquier otra que contemple el desarollo de una nueva base.
Además, estos dos ejemplos concretos de plataforma, la de los Tesla Model 3/Y y BYD Seal, están demostrando ser capaces de sustentar sistemas eléctricos de prestaciones llamativas para el consumidor final, lo que refuerza que se trata de una elección segura.
El modelo de BYD, no obstante, ha sorprendido por sus medidas exteriores. Si se le llega a calificar finalmente como compacto será porque se le puede comparar con coches como el ID.3 o MG4 por su precio o prestaciones, pero no por tamaño, pues su longitud se va hasta los 4,63 metros, más propia de un segmento D.
Se ha de tener en cuenta, igualmente, que BYD tiende a lanzar coches de longitud mayor a la habitual dentro de cada segmento. Por ejemplo, el Seal anuncia 4,8 metros cuando lo normal está entre los 4,6 y 4,7 metros, mientras que el Dolphini, que es un urbano del segmento B, mide 4,29 metros, mayor que un compacto tradicional, cuando lo habitual es no ir mucho más allá de los 4,1 metros.
Sea como fuere, tanto Tesla Model 2 como BYD Seal X están predestinados a batirse comercialmente cuando lleguen a las calles. A juzgar por la filtración, BYD lo pondrá mucho antes a disposición del público que Tesla, que parece que hasta 2025 no podrá empezar a admitir reservas.
