Las empresas automovilísticas europeas podrían verse ante serios problemas a la hora de incrementar la producción de vehículos en los próximos meses. Así lo describe un informe publicado hace unos días por S&P Global Mobility. La todavía duradera crisis de de suministros podría unirse a la pronosticada crisis energética a la que podría verse sometido el Viejo Continente durante los meses de invierno.
Según el mencionado informe de S&P Global Mobility, la producción de vehículos podría caer en picado en más de 1 millón de unidades por trimestre desde finales de 2022 (mes de noviembre) hasta mediados de 2023 (mes de junio). No obstante, desde la nombrada agencia creen que estos pronósticos podrían ser incluso peores en caso de que se agudicen los cortes energéticos durante este periodo.
“La presión sobre la cadena de suministro automotriz será intensa, especialmente cuanto más se busque incrementar la fabricación de vehículos”, afirmó Edwin Pope, analista de S&P Global Mobility, en su intervención con Automotive News Europe. A esto añadió que “es posible que las fábricas deban detener los envíos de vehículos fabricados debido a la escasez de componentes individuales”. Esto se debe a que la restricción en ciertos términos sobre el uso de la energía podría conllevar a una baja producción de elementos (como microchips, por ejemplo) y la consecuente reducción en la fabricación de coches.
Actualmente, los diferentes gobiernos europeos se encuentran trabajando para reducir el impacto de la previsible crisis energética debido, principalmente, a los contratiempos acaecidos con Rusia, uno de los mayores suministradores de gas a Europa. No obstante, las medidas propuestas por algunos ejecutivos podrían ser insuficientes para evitar paradas productivas durante el invierno. Entre uno de los términos a implementar serían horarios de trabajo que generen una mayor eficiencia energética.
Estas condiciones podrían provocar paradas de producción similares a las ocurridas durante la pandemia de Covid-19 y la posterior crisis de los semiconductores. Según el informe de S&P, las fábricas asentadas en Europa tendrían una producción de entre 4 y 4,5 millones de vehículos por trimestre. En caso de intervenir las restricciones energéticas, la producción podría caer hasta los 2,8 millones de vehículos, lo que supondría una pérdida de entre 4,8 y 6,8 millones de unidades al año.
Este informe analizó 11 de los principales centros de producción de Europa y los posicionó según sus posibilidades de soportar los riesgos contra los posibles parones energéticos este próximo invierno. Entre los países con más altos visos quedaron Alemania y República Checa, los que tildaron de una dependencia relativamente baja de la electricidad derivada del gas y sus actuales reservas de esta misma materia. Contrariamente, el mismo informe especifica que los países que más riesgo correrían serían España, Italia, Bélgica, debido a su baja “autosuficiencia energética”.
No obstante, marcas como Mercedes-Benz ya se encuentran buscando un plan de eficiencia energética para evitar los resultados nocivos en su industria, así como la consecuente parada productiva en los próximos meses. Además, esta misma marca, continuó reportando fuertes beneficios durante el pasado tercer trimestre, a pesar del aumento de los precios y los retrasos en las entregas de automóviles.