Muchas marcas de coches eléctricos están buscando entablar conexiones leales con fabricantes de baterías u otros dispositivos imprescindibles para sus vehículos. Por su parte, Rivian y Samsung SDI son dos marcas que ya poseen esa relación pero, por varios los motivos, a día de hoy, no goza de la mejor salud y confianza entre ellas.
Al igual que son muchas las corporaciones que buscan asociarse entre ellas por un bien mutuo, Rivian y Samsung SDI hicieron lo propio de cara al suministro de baterías para los coches eléctricos de la primera, algo que la corporación coreana lleva haciendo prácticamente desde los inicios de Rivian. Ahora la marca de coches eléctricos norteamericana ha buscado ir un paso más allá en dicha relación buscando formar una empresa conjunta de baterías, algo a lo que, desde Samsung, han rechazado directamente por varios motivos.
Samsung SDI suministra a Rivian celdas de batería cilíndricas del tipo 2170, las mismas que emplea hasta ahora Tesla en sus Model Y y Model 3, además de Lucid en el Air. Hace escasas semanas supimos que Rivian está preparando el proyecto para levantar un enorme complejo sobre Georgia. En él se daría cabida a una multitud de departamentos tanto empresariales como recreativos para clientes, así como la propia fábrica de sus vehículos y -supuestamente- una planta para la producción de baterías.
Sobre esto último es donde se centra el desacuerdo para con Samsung SDI, ya que esta no estaría del todo por la labor de que se lleve a cabo la fabricación de sus baterías sobre una planta ajena, aunque Rivian habría propuesto que fuese de organización mutua a través de la hipotética empresa conjunta a la que antes nos referimos.
Al parecer, y según se ha informado a través del medio The Elec, ambas corporaciones abandonaron las conversaciones sobre la posibilidad de formar esta conjunción; aunque por el momento, la relación entre ambas firmas no se habría roto del todo ya que Samsung SDI continuaría siendo la suministradora de baterías para Rivian.
Los motivos para las desavenencias entre ambas han sido varios. El primero de ellos ha sido causado por la propia Rivian, quienes debido a la producción más lenta de vehículos respecto a lo inicialmente estipulado habría causado problemas en el suministro de Samsung SDI; esta última habría proporcionado un número concreto de celdas que aún están por instalar, lo que ha supuesto una disminución del ritmo para los coreanos y, por ende, una pérdida económica.
Otro de los motivos para la falta de entendimiento entre ambas es que, para poder crear la mencionada planta de fabricación de baterías en Georgia, desde Rivian habrían pedido a Samsung SDI una transferencia total de la tecnología de fabricación de sus celdas, así como el derecho para inspeccionar el interior de las fábricas. Términos que resultaron inaceptables para Samsung SDI.
Por otro lado, Samsung SDI anunció hace unos meses el inicio de una empresa conjunta de fabricación de baterías junto a Stellantis, la cual dará inicio a su labor a partir del año 2025, aunque aún no se ha detallado cuál será su ubicación definitiva. Esta planta tendrá una capacidad de producción anual de 23 GWh, con visos a superar los 40 GWh en un futuro no muy lejano.
Rivian se encuentra ahora mismo en un callejón de difícil salida; con un socio suministrador de baterías descontento, y sin perspectiva para poder cumplir su proyecto de producir sus propias celdas de baterías. La única vía sería la de suspender la relación con Samsung SDI y buscar un nuevo socio, algo que se intuye complicado para la firma americana. Es posible que en los próximos días podamos saber más detalles de forma oficial sobre la relación entre ambas corporaciones.