Aunque el origen del concepto 'SUV' podríamos remontarlo a los años 30 del siglo pasado con el Chevrolet Carryall Suburban, predecesor del Suburban actual, el primer SUV de masas (mainstream, como diría alguno) moderno puso la primera semilla en 1994. En aquel año nació la primera generación del Toyota RAV4, un modelo que se ha convertido en un éxito para Toyota, hasta el punto de ser el SUV más vendido del mundo con 987.000 unidades en 2019. Aunque lleva la hibridación por bandera, Toyota ha esperado a 2021 para lanzar el Toyota RAV4 Plug-in híbrido enchufable porque, según la marca, querían «ofrecer la tecnología correcta en el momento justo». Dice el dicho que más vale tarde que nunca, así que bien por esa parte, pero ¿es mejor la versión híbrida enchufable que el RAV4 Hybrid convencional?
A simple vista, los menos duchos o quienes estén poco familiarizados con el tema, apenas notarán diferencias entre un RAV4 Hybrid y un RAV4 Plug-in híbrido enchufable. Pero haberlas, haylas, tanto en el exterior como en el interior, en el equipamiento y, sobre todo, a nivel técnico.
¿En qué cambia el RAV4 Plug-in respecto al RAV4 Hybrid convencional?
A nivel estético, el frontal del nuevo Toyota RAV4 Plug-in se diferencia por la parrilla con marco metalizado, la moldura metalizada en la parte baja del paragolpes y un spoiler frontal negro brillante. No obstante, la carrocería sigue teniendo las mismas dimensiones: 4.600 mm de largo por 1.855 mm de ancho y 1.685 mm de alto.
Toyota RAV4 Plug-in.
En la zaga tiene también una moldura trasera metalizada uniendo pilotos traseros y la zona baja del paragolpes está pintada en negro brillante. Además, cuenta con llantas de 18 y 19 pulgadas específicas para esta versión y en el interior encontramos costuras rojas en todos los niveles de equipamiento.
Y ya que hablamos de equipamiento, esta versión híbrida enchufable añade sobre el híbrido convencional: asiento del acompañante con regulación eléctrica, sistema multimedia Toyota Touch más rápido con pantalla táctil de 9", toma de 220 V en el habitáculo, climatización remota con pre acondicionamiento del habitáculo, Head-Up Display a color de 10" (acabado Style Plus) y cuadro de instrumentos específico.
Toyota RAV4 Plug-in.
Además, con la aplicación MyT para el teléfono móvil se pueden controlar funciones específicas de esta versión, como programar el horario de la recarga, encender el aire acondicionado o descongelar los cristales de manera remota. Equipa una bomba de calor que funciona entre -10 y 30º C de temperatura ambiente y evita tener que utilizar el motor de combustión para calentar el interior del vehículo, aumentando así la eficiencia energética.
Las mayores diferencias están en su tecnología
Sin embargo, y pese a las novedades a nivel estético y de equipamiento, las mayores y más importantes diferencias las encontramos a nivel técnico y tecnológico.
Puesto de conducción del Toyota RAV4 Plug-in.
La mecánica híbrida enchufable del Toyota RAV4 Plug-in tiene 306 CV de potencia, fruto de combinar tres motores, uno de gasolina y dos eléctricos. El motor térmico es el mismo bloque de 2.5 litros de gasolina, atmosférico y cuatro cilindros, que pasa de 178 a 185 caballos de potencia y 227 Nm de par máximos gracias a unos cambios en la gestión electrónica.
En el RAV4 Plug-in todas las versiones tienen tracción AWD-i de serie. El motor eléctrico delantero es un 52 % más potente y ahora tiene 182 CV de potencia y 270 Nm de par. El motor eléctrico trasero mantiene la misma potencia que en la versión híbrida: 54 caballos, con 121 Nm de par.
Toyota RAV4 Plug-in.
En el arranque (en modo eléctrico por defecto, siempre que haya suficiente carga en la batería) actúan los dos motores eléctricos y proporcionan tracción 4x4. Poco después, el coche pasa a moverse únicamente en tracción delantera para ahorrar energía y la tracción AWD-i solamente actúa cuando existe falta de motricidad.
La otra gran diferencia la encontramos en la batería. El Toyota RAV4 Plug-in monta una batería de iones de litio de 18,1 kWh de capacidad, con 96 celdas Panasonic y refrigerada por líquido, que le permite homologar 75 kilómetros de autonomía en modo eléctrico (WLTP Combinado) y hasta 98 kilómetros en ciudad (WLTP City). A modo de curiosidad, es la misma batería a nivel tecnológico (aunque 3 veces más pequeña) que la del Lexus UX 300e eléctrico.
Toyota RAV4 Plug-in.
La batería de alta tensión va colocada debajo del habitáculo, entre ambos ejes, como en un coche eléctrico. Esto permite tener el centro de gravedad 20 mm más cerca del suelo, lo que redunda favorablemente en la dinámica de conducción. Pero en contra tenemos la masa, ya que la mayor batería de esta versión (y todos los sistemas eléctricos asociados) hacen subir el peso hasta los 1.910 kilos, 260 kg más respecto al híbrido convencional.
La batería tarda 7 horas y media en cargarse si enchufamos el coche en una toma doméstica convencional de 2,3 kW (10 amperios). Con un cargador de 7,4 kW (32 amperios), la batería se carga en 2 horas y media. No obstante, cabe mencionar que el coche no aprovecha los 7,4 kW ya que el cargador de a bordo admite una potencia máxima de 6,6 kW.
Un SUV bien acabado, cómodo y con buenas prestaciones
Nada más subirnos al coche, y ver y palpar las superficies y rincones del interior, volvemos a ratificar lo que ya sabíamos. No hay lujos ostentosos ni pomposos ornamentos, sino un diseño y distribución de mandos sobrio y práctico. Si tuvieran que juzgar solamente los ojos, no es un interior espectacular y llamativo. Pero tenemos superficies mullidas/blandas en la parte del salpicadero y las puertas, todo está bien construido y da la sensación de que durará toda la vida.
Salpicadero del Toyota RAV4 Plug-in.
Como decíamos antes, el coche siempre inicia la marcha en modo eléctrico por defecto siempre que haya suficiente carga en la batería. El sistema híbrido tiene cuatro modos de funcionamiento:
- Modo eléctrico (EV): se puede circular a 135 km/h como máximo. No actúa nunca el motor térmico
- Auto EV/HV: prioriza siempre el motor eléctrico, pero el térmico actúa en situaciones de alta demanda de potencia. Máxima potencia 306 CV
- HV: modo híbrido "reducido" para mantener la carga de la batería
- CHG: fuerza la recarga de la batería generando electricidad a partir del motor térmico
Además de los diferentes modos de funcionamiento del sistema híbrido, el coche tiene cuatro modos de conducción -Eco, Normal, Sport y Trail- que modifican la entrega de potencia, la asistencia de la dirección, el funcionamiento del climatizador y el sistema de tracción total.
Hay 4 modos de conducción y otros 4 modos de funcionamiento para el sistema híbrido.
Durante la presentación, Toyota nos ofreció la posibilidad de probar el RAV4 híbrido justo antes del nuevo híbrido enchufable, y lo cierto es que las diferencias se notan apenas unos segundos después de subirte y arrancar. Mientras que el RAV4 híbrido enciende el motor de gasolina apenas unos metros después de emprender la marcha, con el RAV4 Plug-in puedes circular en modo eléctrico y en silencio durante bastantes kilómetros (o hasta que decidas cambiar voluntariamente de modo de funcionamiento). Pero hay más.
Cuando empezamos a ganar velocidad, se percibe otra de las mejoras en esta versión: el RAV4 Plug-in es notablemente más silencioso que el RAV4 Hybrid. Toyota ha puesto más material fonoaislante en el salpicadero, en los pasos de rueda y en los pilares delanteros, y el resultado es que se percibe menos ruido aerodinámico y del motor en el habitáculo.
Toyota RAV4 Plug-in.
La entrega de potencia es también un factor diferencial. Tenemos más potencia eléctrica, lo cual nos permite una aceleración con más nervio a velocidades bajas o relativamente bajas, y suficiente para mover el coche en cualquier circunstancia -también en carretera-. Y en modo híbrido AUTO EV/HV tenemos 306 caballos a disposición del pedal derecho.
Las cifras teóricas hablan de un 0 a 100 km/h en 6 segundos, una cifra muy notable. Aunque desde dentro no tienes la sensación de que sea un coche super rápido, el velocímetro puede subir con mucha alegría si se lo pides y las recuperaciones -o adelantamientos- son pan comido si aceleramos a fondo.
El modo Trail está pensado para conducción off-road.
A nivel dinámico, el RAV4 es un coche agradable de llevar en cualquier circunstancia. Es cómodo en autovía/autopista y muy solvente en curvas, gracias a la plataforma TNGA-K, mucho más rígida que antes, y un tarado de suspensión bien equilibrado. En curvas de media velocidad, el coche entra bien en ellas y se puede ir relativamente rápido. En curvas de baja velocidad se muestra algo más torpe.
Toyota RAV4 Plug-in.
¿El precio del Toyota RAV4 Plug-in? A partir de 49.500 euros
La gama del RAV4 híbrido enchufable tiene dos niveles de equipamiento: Advance y Style Plus. Según las estimaciones de la marca, el 75 % de los coches vendidos en nuestro país serán el acabado Advance, ya que es elegible para las ayudas del Plan MOVES III (el Style Plus excede el precio límite de 45.000 euros más IVA para poder obtener dichas ayudas).
Toyota RAV4 Plug-in.
Con el acabado Advance, el coche parte desde 49.500 euros (44.500 €; incluyendo ayudas del Plan MOVES III). El precio sube hasta 52.500 euros en caso de equipar el techo panorámico y la tapicería de cuero (Advance Plus). A igualdad de equipamiento, el híbrido enchufable cuesta unos 8.500 euros más que el RAV4 Hybrid 220H Advance AWD-i, que tiene un precio de 41.025 euros según el configurador de la marca.
El equipamiento de serie del Advance incluye:
- Portón trasero automático con apertura y cierre eléctrico
- Faros delanteros Bi-LED
- Sistema de entrada sin llave (SME)
- Asientos delanteros y traseros calefactables
- Asiento conductor con ajuste eléctrico y soporte lumbar eléctrico
- Cuadro de instrumentos con pantalla de 7"
- Sistema multimedia Toyota Touch 2 con pantalla táctil de 8"
- Compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto
- Sistema de audio con 6 altavoces y antena DAB+
- Sensores de aparcamiento delanteros y traseros
- Cámara de visión trasera
- Sistema pre-colisión con detección de peatones y ciclistas con frenada de emergencia
- Aviso de cambio involuntario de carril (LDA)
- Control inteligente luces de carretera (AHB)
- Control de crucero adaptativo inteligente (i-ACC)
- Alerta de pérdida de atención del conductor
- Asistente de mantenimiento de carril (LTA)
- Asistente arranque en pendiente (HAC)
- Siete airbags
- Anclajes ISOFIX
- Barras de techo negras
- Retrovisores exteriores calefactables, ajustables y abatibles eléctricamente
- Sensor de luz y lluvia
- Toma 12 V maletero y dos tomas 12 V delanteras
- Toma 220 V en el maletero
Por su parte, la versión más equipada Toyota RAV4 Plug-in Style Plus tiene un precio de 58.350 euros. Ambas versiones están ya en preventa y las primeras unidades llegarán en julio.
Toyota RAV4 Plug-in vs RAV4 Electric Hybrid: ¿cuál interesa más?
Para responder a la pregunta anterior, hay que tener en cuenta múltiples factores, así que podemos decir que no hay una respuesta fácil o directa. El RAV4 Plug-in es más potente, más silencioso y consume menos combustible (en teoría) que su hermano híbrido "a secas", pero también es más caro. Si merece la pena la diferencia, o no, dependerá de dos cosas: que podamos beneficiarnos de la máxima ayuda para la compra (5.000 euros) y que usemos lo máximo posible la parte eléctrica del coche.
El maletero del Toyota RAV4 Plug-in tiene 520 litros, 60 menos que el Hybrid.
Y es que los híbridos enchufables son muy sensibles al uso que hagamos de ellos. El consumo homologado del RAV4 Plug-in es de 1 litro/100 km de gasolina, según el ciclo WLTP combinado. Sin embargo, cuando no hacemos uso de electricidad, el consumo medio es mayor que en el híbrido convencional (6,6 frente a 5,7 litros/100 km) debido a su mayor peso y potencia.
Cada cliente deberá hacer números, valorar el número de kilómetros que hace diariamente/anualmente y qué proporción de ellos podrá hacerlos en modo eléctrico. Si no superamos la autonomía (real) de la batería diariamente, el coste de los desplazamientos será notablemente inferior con la versión híbrida enchufable (especialmente si aprovechamos las tarifas con discriminación horaria con la electricidad más barata).
Toyota RAV4 Plug-in.
En función del tipo de uso y los kilómetros recorridos al año, y teniendo en cuenta la ayuda de hasta 5.000 euros para la compra de híbridos enchufables, el coste total anual puede llegar a equipararse entre ambos modelos. A eso hay que añadir las ventajas añadidas de la etiqueta Cero respecto a la Eco, que varían en función de la ciudad de residencia.
En resumen: el nuevo Toyota RAV4 Plug-in mantiene las muchas virtudes con las que ya contaba el RAV4 Hybrid y lo mejora en varios apartados, así no hay ninguna razón de peso para no comprarlo más allá del precio. Al contrario, tiene muchas para decantarse por él. Pero amortizar la diferencia de precio, o no, dependerá del uso que hagamos del vehículo.