DeepFlight Dragon es un submarino eléctrico creado como un complemento para yates y embarcaciones de recreo, en el que destacan sobre todo la facilidad de manejo y la seguridad. En él se han invertido años de desarrollo para permitir a sus ocupantes disfrutar de las profundidades submarinas sin preocuparse por el manejo del vehículo.
Los submarinos de pequeño tamaño, habitualmente utilizados para exploraciones submarinas, no son una novedad, aunque habitualmente sus usos son de carácter profesional, relacionados con investigaciones y operaciones de salvamento. Sin embargo, la empresa americana DeepFlight es conocida como especialista en el diseño y desarrollo de submarinos para usos privados.
Según afirma la empresa, el DeepFlight Dragon es un submarino eléctrico, para dos ocupantes, que cualquiera puede pilotar. Está dotado de un software de estabilización automática y múltiples propulsores de ejes, que facilitan el trabajo de guiado. Para manejarlo tan solo son necesarias dos palancas, una en cada mano. La primera controla la altura, mientras que la segunda funciona como un joystick que permite avanzar, retroceder y moverse hacia los lados.
Puesto de manejo DeepFlight Dragon con las dos palancas de accionamiento.
Precisamente en esta sencillez de manejo está la principal ventaja del DeepFlight Dragon, diseñado para eliminar el estrés y la concentración en las operaciones de manejo y permitiendo a sus ocupantes disfrutar de las profundidades submarinas con total libertad. "La cabina del piloto y los mandos fueron diseñados para un uso fácil e intuitivo, permitiendo que el submarino sea pilotado por el mismo propietario", indica la empresa. Además de las funciones automáticas de estabilización, incorpora un software con una tecnología patentada denominada DeepFlight Dive Manager, que monitoriza y administra las funciones críticas, y permite establecer límites de profundidad y otros parámetros para navegar sin preocupaciones.
Especificaciones técnicas y sistemas de seguridad
La tecnología requerida para crear este submarino eléctrico fácil de usar y seguro ha exigido a la empresa años de desarrollo. Gracias a una batería de LiFePO4 de 14 kWh es capaz de funcionar durante ocho horas seguidas e incorpora una batería auxiliar de emergencia que ofrece energía adicional durante 72 horas para mantener el sistema de soporte vital embarcado.
"El Dragon incorpora las funciones avanzadas de seguridad implementadas en todos los submarinos DeepFlight: flotabilidad positiva, sistema de comunicaciones, soporte de vida redundante y bolsas flotantes de emergencia", afirma la empresa. Además de la batería extra, el sistema de seguridad incluye también filtros de oxígeno duales y depuradores de dióxido de carbono, así como sistemas de soporte de vida duales.
El DeepFlight Dragon tiene capacidad para dos personas.
El DeepFlight Dragon emplea constantemente su empuje para permanecer bajo el agua, es decir, no utiliza lastres adicionales para mantenerse sumergido. En caso de fallo del sistema o si se queda sin batería, el submarino vuelve automáticamente a la superficie. Adicionalmente, cuenta con un sistema de seguridad redundante que consiste en un equipo de elevación inflable, similar a la de las barcas de salvamento.
El Dragón DeepFlight no es un vehículo para todos los bolsillos. Para adquirir uno de ellos hay que desembolsar 1,5 millones de dólares (1,3 millones de euros). La empresa DeepFlight arrancó su actividad con el DeepFlight Super Falcon en 2008, abriendo el mercado para la propiedad privada de submarinos. Este segundo modelo, el DeepFlight Dragon ha sido específicamente diseñado para realizar excursiones desde grandes yates. Más recientemente, la compañía ha presentado el DeepFlight Super Falcon 3S, con el objetivo de dedicarlo a operaciones turísticas.