El secretario de Transporte de Reino Unido, Chris Grayling, ha propuesto una nueva ley que obligará a instalar puntos de recarga los edificios de nueva construcción, ya sean viviendas u oficinas. La propuesta incluye la implementación de puntos públicos de recarga en las farolas de algunas calles, en ciertas áreas estratégicas de las ciudades. Además pretende introducir un programa piloto para probar la carga inalámbrica de bajo coste.
Las propuestas de Grayling forman parte del plan Road to Zero, la estrategia del gobierno británico para reducir las emisiones del transporte por carretera, alentando a los compradores a adquirir vehículos eléctricos. La falta de puntos de recarga sigue siendo uno de los principales impedimentos para la adopción masiva de vehículos eléctricos por parte de los compradores. El objetivo, en palabras del propio político, es "un medio ambiente más limpio y saludable, y una economía apta para el futuro". Según sus declaraciones, el potencial del mercado del vehículo eléctrico en 2050 es de 7,6 billones de libras (8,6 billones de euros).
El Gobierno británico impulsará también la inversión en infraestructura de recarga, con la puesta a disposición de las empresas que los fabrican e instalan, de un fondo de 400 millones de libras (452 millones de euros). Además, la futura "Ley de Vehículos Autónomos y Eléctricos" garantizará la existencia de puntos de recarga en las estaciones de servicio de las autopistas
Según la ACEA (Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles), en el Reino Unido están instalados actualmente el 12% de todos los cargadores existentes en la Unión Europea. Por delante, tan solo tres países cuentan con mayor infraestructura: Francia, que cuenta con el 14%, Alemania, con el 22% y Holanda, con el 28%. En toda la Unión Europea existen actualmente unos 100.000 puntos. Las estimaciones de la Unión Europea apuntan a que en 2025 se necesitarán dos millones de puntos instalados para poder dar servicio a la creciente demanda del mercado del vehículo eléctrico.
Previsión de crecimiento de la flota mundial de vehículos eléctricos
Para Erik Fairbairn, CEO Pod Point, empresa proveedora de puntos de recarga, "implementar la carga en las viviendas, los centros de trabajo y los lugares públicos es una propuesta sensata para incrementar la infraestructura de recarga en Reino Unido". Sin embargo, desde esta empresa son críticos con una propuesta que no incluye la prohibición por parte del gobierno de los vehículos de combustión interna en 2040, tal y como se anunció inicialmente. Otras voces critican que, con esta propuesta, no se resuelve el problema de quienes viven en bloques de pisos en los que no es posible instalar un cargador.
Para Nicholas Lyes, responsable de política de carreteras de la asociación automovilística RAC, los fabricantes deben aumentar la autonomía de los vehículos y el Gobierno garantizar la infraestructura de carga rápida para que puedan desplazarse. "A pesar del creciente número de vehículos cero y ultra bajas emisiones en nuestras carreteras, la proporción general de las ventas sigue siendo baja. El Gobierno debe incentivar la compra de los vehículo más ecológicos", ha añadido.
La importancia de la industria de la recarga de vehículos eléctricos de Reino Unido es evidente, como lo demuestra la estrategia de una de sus grandes empresas. Sin ir más lejos, BP quiere acceder al sector tras la compra de Chargemaster, el mayor proveedor de puntos de recarga del Reino Unido.
