La historia de Lightyear es una de las muchas que hemos estado viendo últimamente. La competitividad de los mercados y el excesivo número de nuevos fabricantes que han aparecido en escena han complicado la situación internacional. Si bien los grandes conglomerados están teniendo problemas, la situación de las empresas pequeñas es incluso más delicada. Tras años generando muchísima expectación, el sueño de Lightyear se acabó mucho antes de lo esperado. A pesar de ello, los holandeses continúan adelante con su intención de producir un segundo coche en 2025, aunque el futuro es bastante incierto.
Todo parecía salido de un cuento de hadas. Lightyear estaba llamada a revolucionar la industria gracias a sus coches con tecnología solar. Su eficiencia y autonomía destacaban por encima del resto de vehículos eléctricos. Numerosos socios internacionales aportaron capital para sacar adelante un proyecto prometedor. Miles de millones de euros en inversiones permitieron a la compañía remar en aguas turbulentas. Sin embargo, tras mucho esfuerzo y poner un pie en la playa, el suelo desapareció bajo ellos. El dinero se agotó.
A pesar de que fueron producidas un puñado de unidades del Lightyear One, sólo eran un espejismo ante un mar de problemas. A principios de este año no tuvieron más remedio que declararse en quiebra. La poca actividad de la fábrica se paralizó, muchos trabajadores fueron despedidos y un Tribunal de Cuentas de Países Bajos se hizo cargo del desmantelamiento de la empresa. Ante la imposibilidad de hacer frente al pago a proveedores, la compañía no tuvo más remedio que subastar todo lo que tenía, incluyendo las mencionadas unidades del One que se habían producido.
Tras saldar cuentas, o al menos una parte de ellas, Lightyear ha intentado retomar la actividad centrándose exclusivamente en su segundo modelo, el Lightyear 2. Al igual que con su primer producto, las cifras son realmente esperanzadoras. Posicionado como un rival directo del Tesla Model 3, el modelo holandés podría ofrecer mejores características que el americano. Más de 800 kilómetros de autonomía con una sola carga y un precio de venta que no debería ser superior a los 40.000 euros. Todo ello coronado con un diseño espectacular, buena calidad, mucha tecnología y, como no, con los paneles solares sello de la casa.
En un informe público, la nueva dirección de Lightyear anunció que estimaba iniciar su producción en el año 2025 tal y como recoge el medio alemán Automobilwoche. Bernd Martens, jefe de Operaciones de la compañía, ha comentado: “Sigo creyendo plenamente en el concepto de llevar al mercado un vehículo eléctrico con tecnología solar a un precio atractivo con el Lightyear 2.” Sólo el tiempo dirá si realmente el prometedor eléctrico con base solar acaba comercializándose. No cabe duda que sería un gran lanzamiento, pero, tras un pasado tan turbulento, el dinero no llegará con tanta soltura como al principio.
Queda mucho camino por delante. La nueva compañía cuenta actualmente con 100 trabajadores. “Hemos vuelto a la normalidad y hemos formado un equipo poderoso que está preparando la entrada al mercado del Lightyear 2”, reconoce Martens. Los próximos pasos no sólo deben centrarse en la ingeniería, sino también en la captación de fondos, búsqueda de socios, proveedores y, principalmente, encontrar quien fabrique el coche llegada la ocasión. A principios de este año Lightyear, recibió un pedido de 10.000 unidades de su modelo más económico por parte de Arval. Es un avance.
