La mayoría de coches modernos ya cuentan con un control de crucero adaptativo con función Stop&Go y mantenimiento activo de carril. Cuando ambas tecnologías funcionan al mismo tiempo, tenemos lo que se considera conducción autónoma de Nivel 2. No es una conducción autónoma total, ni mucho menos, ya que el conductor debe mantener las manos sobre el volante y tener control del vehículo. El nuevo sistema Drive Pilot de Mercedes-Benz va más allá: podrás quitar las manos del volante y si el coche se estrella, Mercedes será la responsable.
A finales del año pasado, Alemania dio el visto bueno para utilizar en vías públicas el sistema de conducción autónoma Drive Pilot de Mercedes-Benz, la primera vez que se aprueba legalmente un sistema de conducción autónoma Nivel 3 en alguna parte del mundo. El sistema Drive Pilot puede tomar el control de la conducción a una velocidad máxima de 60 km/h (limitada por ley) en determinados tramos de autopista, y no sólo eso: el conductor puede retirar las manos del volante y la vista de la carretera de manera perfectamente legal.
Ahí está la principal diferencia respecto al resto de sistemas: con el Drive Pilot activado, no eres legalmente responsable de lo que haga el coche. Si el coche tiene algún accidente o directamente se estrella, el problema legal será de Mercedes. Mercedes aceptará la responsabilidad legal de sus coches semiautónomos, siempre y cuando el sistema Drive Pilot esté activado. Esto supone una diferencia crucial respecto a sistemas como el Autopilot de Tesla o el SuperCruise de General Motors, en los que la responsabilidad final recae sobre el conductor.
La disposición de Mercedes a aceptar la responsabilidad legal de sus coches semiautónomos supondrá, sin duda, un impulso para que los distintos organismos reguladores a nivel internacional sigan los pasos de la KBA alemana y aprueben el sistema Drive Pilot para que pueda usarse en circulación abierta. El sistema estará disponible en Alemania en la primera mitad del año y Mercedes espera desplegarlo también en Estados Unidos a finales de 2022, empezando por los estados de California y Nevada, si bien las diferentes leyes de cada estado en esta materia dificultan un despliegue rápido.
Pero, además, implica dar un paso de gigante en cuanto a tecnología respecto a los sistemas de nivel 2 existentes hoy en día. Para que pueda prescindir de la atención del conductor, el sistema Drive Pilot lleva el hardware y el software al siguiente nivel. Por ejemplo, tiene sistemas redundantes para la dirección, los frenos y el sistema eléctrico a bordo, con fuentes de alimentación adicionales para los sistemas críticos. Para reconocer el entorno, utiliza sensores LiDAR, varios radares de distintos alcances, sensores ultrasónicos, cámaras en la luna delantera y en la trasera y micrófonos (que ayudan a identificar las sirenas de los vehículos de emergencia aparte de las cámaras), y coteja los datos de posicionamiento de los satélites GPS, Galileo y GLONASS.
Reconocer vehículos de emergencia como ambulancias o camiones de bomberos es algo que los sistemas actuales no son capaces de hacer; el sistema Drive Pilot sí puede reconocerlos, aunque todavía no es capaz de apartarse para dejar hueco al vehículo en cuestión. El sistema está diseñado para avisar al conductor durante 10 segundos antes de desconectarse; de esta manera se asegura que el sistema cede el control al conductor de forma segura. Si el coche detecta el sonido de una ambulancia, por ejemplo, avisa durante 10 segundos al conductor de que tiene que tomar el control.
Todo esto tiene una pega: de momento, sólo puede utilizarse en unas circunstancias muy concretas. Solamente en ciertos tramos de autopista, a una velocidad máxima de 60 km/h, de día y al aire libre (no funciona en túneles, por ejemplo). En la práctica, esto significa utilizarlo en un atasco y pocas circunstancias más. Eso sí, mientras el sistema Drive Pilot está activado, los conductores pueden utilizar legalmente el teléfono móvil, el ordenador portátil o distraerse con el sistema multimedia del coche. No podrás echar una cabezadita, pues el coche alertará si detecta que el conductor cierra los ojos.
No obstante lo anterior, el Drive Pilot de Mercedes-Benz es el siguiente paso hacia la conducción autónoma total y, de momento, el sistema más avanzado de la industria con mucha diferencia. Según los primeros periodistas estadounidenses que han podido probarlo, el Drive Pilot es «notablemente más suave y competente que cualquier otro sistema de ayuda al conductor semiautónomo disponible en la actualidad, especialmente cuando otros vehículos se acercaban a nosotros», algo que, en los vehículos de nivel 2, suele requerir la intervención del conductor. Según los compañeros de Road and Track, el único inconveniente «fue cuando el vehículo captó un conjunto de luces ámbar parpadeantes en una señal de tráfico y las confundió con las luces de emergencia», lo que provocó el aviso de 10 segundos mencionado antes y la posterior toma de control manual.